Mentes despiertas: el sabor de la esperanza
En una publicación anterior expresamos la opinión de que, en las postrimerías del segundo decenio del Siglo XXI, la minoría de seres humanos que tienen la experiencia de los destellos de conciencia, más o menos prolongados, ha alcanzado un nivel crítico positivo en la mayoría de países de Asia, África y América. Este hecho lo hemos constatado por medio de la aceptación de las tesis que se exponen en las publicaciones de la página del Laberinto de la Verdad que tiene una inesperada amplitud en la mayoría de países de estos tres continentes.
Por el mismo procedimiento hemos constatado que en los países, que han alcanzado rentas elevadas, el proceso de despertar de la conciencia se manifiesta de una forma atenuada e incluso sucede que, en los sectores más privilegiados de la pirámide social, apenas se manifiesta. En la medida que estos sectores son los que conforman la opinión pública sucede que el tema de la conciencia tiene carácter casi clandestino en la llamada cultura global.
Llama la atención el hecho de que una página que cumple el propósito de divulgar toda la verdad, acerca del magisterio de Jesucristo, tenga mayor aceptación entre los hinduistas, los budistas y los musulmanes que entre los cristianos. Dicho esto debemos añadir que la página del Laberinto de la Verdad tiene una aceptación considerable en México, Brasil, Venezuela, Argentina, Ecuador, Nicaragua y otros países de América Latina, todos ellos de tradición católica.
A nuestro entender sucede que la página del Laberinto de la Verdad tiene más seguidores en países donde hay una minoría de personas que han alcanzado un grado de conciencia que les permite observar el mundo real que se esconde detrás del mundo convencional que tenemos a la vista. El seguimiento de esta página demostraría que este fenómeno es transversal a las religiones y también afecta a personas que no tienen ninguna religión.
Recientemente apareció un editorial en el periódico LA VANGUARDIA de Barcelona que nos llamó mucho la atención. Este texto tiene un interés muy grande porque muestra que existe una profesora de derecho y ética en la Universidad de Chicago y el director de un periódico centenario de España, que goza de merecido prestigio, que se hacen preguntas que sólo pueden ser respondidas desde el prisma de la mente despierta.
Los hechos que obligan a reaccionar a los intelectuales honestos son la resurrección del miedo al entorno y la fractura de algunas sociedades que habían alcanzado un grado elevado de madurez, pero ésta se ha resquebrajado en el momento que han aparecido políticos, faltados de escrúpulos, que divulgan soluciones que son engaños bien maquillados que tienen detrás laboratorios de sociología que disponen de presupuestos generosos y manejan elementos de información que sólo pueden ser averiguados por las compañías titulares de las redes sociales de masas lo cual da lugar a un problema muy serio que tiene difícil solución.
Los fenómenos que hemos enumerados permiten explicar la elección del presidente actual de los Estados Unidos que es un político que lejos de resolver problemas añade de nuevos y sin embargo goza de una enorme popularidad. Parece claro que los casos de este tipo se agudizarán, a lo largo del tercer decenio del Siglo XXI, hasta el punto de que ninguna persona cabal podrá permanecer indiferente ante una conspiración, de alcance mundial, que puede tener el más inquietante de los propósitos.
Invitamos a los intelectuales honestos, de los países de rentas más elevadas, a que se acerquen a las tesis que se exponen en el Laberinto de la Verdad y se documenten del nivel de aceptación que están alcanzando en la mayoría de países de Asia, África y América Latina mientras que en los países de Europa todavía son pocas las personas que se han interesado por ellas.
Invitamos a estas personas a que reflexionen, por lo menos, acerca de la Ley Cósmica de la Correspondencia que es patrimonio de la escuela sagrada de China desde hace tres milenios. Todas las personas cultas han oído hablar de los conceptos del Yang y el Yin, pero son muy pocas las que han accedido a los conceptos filosóficos de la Correspondencia y la Armonía que permiten explicar la historia de la humanidad con un rigor superior al que es propio de las distintas escuelas de historiografía.
La Ley Cósmica de la Correspondencia explica la razón por la que, en el corto plazo, casi siempre triunfa la mentira. Esta demostración permite comprender que en una cultura que se rige por el valor del corto plazo no tiene cabida la verdad.
La llamada cultura global se rige por el valor del corto plazo. Por esta razón en esta cultura no tiene cabida la verdad. Los partidos de la extrema derecha preconizan mentiras más escandalosas que otras, pero sus discursos resultan atractivos a muchos jóvenes que perciben que nada es verdad y se limitan a apostar por una nueva mentira que pone en cuestión el entramado de viejas mentiras que sostiene la sociedad.
La Ley Cósmica de la Armonía explica que, en el largo plazo, siempre triunfa la verdad ya que si no fuera así las civilizaciones se extinguirían.
No hay más remedio que ponerse a estudiar las leyes cósmicas descubiertas por los sabios chinos de la antigüedad. Este descubrimiento permite explicar la singularidad de la civilización que hizo todos los inventos prácticos del mundo antiguo. En el momento que se encajan estas leyes cósmicas con el magisterio de Jesucristo se hacen muchos descubrimientos inesperados. El Laberinto de la Verdad se sostiene en estos descubrimientos inesperados que tienen el sabor de la esperanza.
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