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Los Elegidos:  ¿quiénes son y por qué?

Los Elegidos: ¿quiénes son y por qué?

Una de las enseñanzas de Jesucristo que no puede ser explicada, desde el ámbito de la mente dormida, es la que proclama que son muchos los llamados, pero son pocos los elegidos.

En esta publicación trataremos de explicar el concepto de los elegidos que resulta muy difícil de entender incluso a las personas que tienen la mente despierta, han elegido el lado de la luz de la energía y se mantienen cuerdas.

Bernard Mong Tse es representativo de los hijos de las iglesias cristianas que hubieran acabado encerrados en un manicomio si no hubieran descubierto una escuela de perfeccionamiento humano ajena a la tradición espiritual, demasiado empobrecida, de la iglesia en que fueron bautizados.

Ahora mismo la humanidad tiene una deuda impagable con las escuelas sagradas de Asia que han permitido orientarse a muchos cristianos, de mente despierta, que se sentían asfixiados por las absurdidades que forman parte de las doctrinas de sus iglesias respectivas, en especial la Iglesia de Roma presidida por los montajes oscurísimos del Estado y la Curia del Vaticano que agrupan a unos cuantos centenares de clérigos que, en una proporción demasiado elevada, son profesionales consumados de la doble moral y el engaño, lo cual constituye un hecho tan monstruoso que hasta parece mentira que sea verdad.

Las absurdidades que forman parte de las doctrinas de las iglesias cristianas no han conseguido degradar la figura de Jesucristo que, en las postrimerías del segundo decenio del Siglo XXI, aparece, ante los ojos de los hombres y las mujeres que han despertado del estado del sueño psíquico y han elegido el lado de la luz de la energía, como el líder de la liberación de la humanidad del poder del lado de la oscuridad que la mantiene oprimida desde hace siglos y milenios.

Hemos explicado en otra publicación que hay dos enseñanzas de Jesucristo que, además de tener carácter universal, cumplen una función definitiva en relación al conjunto de enseñanzas que fueron impartidas por otros maestros que también han jugado un papel importante en el proceso de liberación de la humanidad del poder del lado de la oscuridad.

Las dos enseñanzas de Jesucristo que cumplen una función definitiva son la que dice que hay que amar y perdonar a los enemigos y la que exhorta a parar la otra mejilla cuando se recibe una agresión por injusta que sea.

La acción de perdonar al prójimo, tantas veces como haga falta, cumple la función de convertir al sujeto que perdona, al tiempo que pide perdón de forma sincera, en un ser más y más humilde hasta el punto de permitirle alcanzar un grado crítico de esta cualidad que lo hará invulnerable a las agresiones del poder del lado de la oscuridad.

La acción de parar la otra mejilla cuando se recibe una agresión, por injusta que sea, cumple la función de desactivar el odio de los malvados que es la energía en la que se sustenta el sistema de poder del lado de la oscuridad que mantiene oprimida la humanidad desde hace siglos y milenios.

La escuela sagrada de China poseía el proverbio que dice: Ámame cuando menos lo merezco, porque es cuando más lo necesito. Esta enseñanza permitía a un hombre perdonar al amigo que le había defraudado o a la esposa que le había sido infiel, pero no permitía la conquista de la humildad hasta el límite de sus posibilidades ni permitía desactivar el odio de los malvados. Debe admitirse que entre el proverbio de la escuela sagrada de China y las enseñazas de Jesucristo hay un abismo de conocimiento.

Los argumentos que hemos expuesto permiten dar el calificativo de definitivas a las dos enseñanzas del maestro más grande que ha pisado la Tierra. Por esta razón conviene que no nos cansemos de rememorarlas.

La publicación de hoy se ocupará de reflexionar acerca de la frase de Jesucristo que dice que son muchos los llamados y pocos los elegidos. Debemos insistir en que esta frase sólo resulta comprensible a los hombres y las mujeres que tienen la mente despierta, han elegido el lado de la luz de la energía y se mantienen cuerdos.

Esto es así porque los seres humanos que han despertado del estado del sueño psíquico, y han conseguido la proeza de elegir el lado de la luz de la energía y mantenerse cuerdos, se han incorporado al grupo de los llamados con independencia que estén bautizados o no lo estén e incluso con independencia de que tengan una creencia religiosa o no tengan ninguna.

Una vez tenemos claro quienes son los que forman parte del grupo de los llamados, que sin duda reúne a varias decenas o quizás incluso centenares de millones de seres humanos que residen en todos los continentes, trataremos de identificar a los elegidos que, al parecer, son muy pocos y también residen en todos los continentes.

Es seguro que hay tipos muy diversos de elegidos y todos ellos han vivido experiencias muy potentes aunque no tengan nada que ver unas con las otras. Teresa de Calcuta respondía al concepto del elegido y sucedió que le concedieron el Premio Nóbel de la Paz. Es seguro que hay otras mujeres del mismo perfil de la monja de Calcuta y son madres de familia a las que no conoce casi nadie, pero también responden al concepto de los elegidos.

Es frecuente que los elegidos obsequien a sus semejantes con el signo de contradicción estampado en el rostro al igual como le sucedía a Teresa de Calcuta. A pesar de este hecho al menos uno de los ojos de estas personas acostumbra a ser un chorro de luz aunque este detalle no resulte fácil de observar. Éste fenómeno extraño permite comprender otra enseñanza de Jesucristo que dice: “Si tu ojo es luminoso todo tu ser es luminoso”. Debemos suponer que el ojo luminoso es el testimonio de las lágrimas que han conseguido disolver el velo de ceguera, que es propio de la naturaleza humana, con objeto de que el ojo despierto sea testimonio de la hoguera encendida dentro del corazón de todas las personas que se merece el calificativo de elegidas.

La liberación de la humanidad exige el sacrificio de los elegidos. Esto es así por el hecho de que esta liberación sólo puede ser el resultado de una manifestación extraordinaria de la Ley Cósmica de la Armonía que, en términos humanos, podrá ser contemplada como el mayor de todos los milagros y éste sólo podrá desencadenarse si se ha pagado el precio correspondiente en forma de conciencia acumulada, en el lado de la luz, lo cual exige grandes sacrificios a los seres humanos capaces de generar este tipo de conciencia.

Jesucristo abrió la puerta de la liberación de la humanidad por medio de su sacrificio terrenal ejemplar, pero éste debe ser completado por el sacrificio de los elegidos de acuerdo con una ecuación que seguramente podrá ser explicada algún día por medio de las reglas de las matemáticas.

Los Padres de la Iglesia proclamaron un concepto apresurado de la salvación porque eran hombres que tenían la mente muy dormida y no tenían ninguna posibilidad de contemplar las Leyes Cósmicas de la Correspondencia y la Armonía que forman parte de La Biblia de forma sutil, pero fueron reveladas, de forma madura, a los sabios chinos de la antigüedad.

En los inicios del Siglo XXI, son muchos los discípulos de Jesucristo que tienen la posibilidad de recorrer el laberinto que lleva al conocimiento de la verdad que habría resultado insoportable a los apóstoles de acuerdo con las palabras tremendas que fueron pronunciadas por el maestro poco antes de la Última Cena y jamás han sido explicadas, de forma convincente, por ningún pensador cristiano.

El hecho de haber olvidado algunos mensajes esenciales de los evangelios ha permitido mantener vigente el concepto apresurado de la salvación enunciado por los Padres de la Iglesia. Los teólogos que tienen la mente más despierta han podido encogerse de hombros ante un tema harto delicado hasta que ha llegado el momento en que los obispos cuentan con los dedos de una mano a los jóvenes de su diócesis que sienten la vocación de ser sacerdotes. Ante esta situación dramática ninguna persona inteligente puede seguir encogiéndose de hombros.

El equipo de profesionales que elaboran las publicaciones del Laberinto de la Verdad, que ven la luz un día tras otro, sólo tienen un referente de los elegidos. Nos referimos a los guerreros del lado de la luz que han tenido la oportunidad de elegir entre el dios del dinero y el verdadero Dios y han hecho la elección correcta. Estas personas no han tenido más remedio que vivir experiencias durísimas que los llevaron al borde de la muerte o la autodestrucción por causa de que fueron víctimas del escarmiento que el poder del lado de la oscuridad, que mantiene un dominio férreo sobre los centros de poder, tiene reservado a ellas con objeto de que no cunda su ejemplo.

A lo largo de los dos últimos siglos, en que la humanidad se ha visto sometida a la opresión del par de cuernos del Diablo conformado por la filosofía racionalista y las doctrinas religiosas, han sido bastantes los elegidos que se han autodestruido por causa de la depresión, el alcohol, las psicosis y la marginalidad. El hecho de que la sociedad muestre un mayor respeto por los elegidos, aunque sea muy difícil comprender sus experiencias demasiado singulares, será un factor determinante del cambio que espera al mundo del Siglo XXI. 

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