Los Centros Conscientes y su influencia en la historia de China
El Maestro de Bernard Mong Tse había desarrollado varias hipótesis sugerentes acerca de la intervención del Centro Consciente del lado de la Luz y el Centro Consciente del lado de la Oscuridad en algunos hechos que jugaron un papel decisivo en la historia de China.
En esta publicación explicaremos algunas de estas hipótesis que además de tener relación con la historia de China también la tienen con la historia del mundo.
El protagonismo de la historia que relataremos en esta publicación no corresponde a la escuela sagrada de China sino a un maestro entroncado con la escuela sagrada de la India. La historia se inicia en los años que El Japón habían ocupado el norte de China y Alemania se había anexionado Austria y había ocupado Checoslovaquia.
El maestro indio, del que estamos hablando, se esforzó en sacar de la cabeza del Mahatma Ghandi la idea de que era posible la convivencia con el Nazismo y el Militarismo Japonés. El maestro indio tenía el convencimiento de que estas ideologías extremistas que tenían millones de partidarios, más o menos entusiasmados, eran expresiones límite de la estrategia del Centro Consciente del lado de la Oscuridad y sólo había dos posibilidades ante ellas: La primera era permitir que dominaran por completo los continentes de Asia y Europa y sometieran a todos sus habitantes a la tiranía de los sistemas totalitarios. La segunda alternativa era la guerra inevitable que tendría como resultado la aniquilación de las dos ideologías totalitarias.
El maestro entroncado con la escuela sagrada de la India tenía la información de que Hitler tomaba sus decisiones en base a configuraciones astrológicas y los consejos de un oráculo al igual como lo hacía un almirante que era el líder más influyente del partido militarista japonés.
El maestro indio, en medio de una ceremonia de meditación colectiva del grupo de sus discípulos, consiguió percibir la batalla tremenda que estaba entablada entre el Centro Consciente del lado de la Luz y el Centro Consciente del lado de la oscuridad en relación a la implantación de los sistemas totalitarios. Una vez tuvo clara esta batalla, de dimensión cósmica, que preside las cosas que suceden en la Tierra llegó a la conclusión de que era posible conseguir que Hitler y el almirante japonés cometieran algún error irreparable por el procedimiento de confundir al oráculo que los aconsejaba.
El maestro indio inventó las ruedas de oración que traían consigo que grupos de personas que residían en lugares que se correspondían con todos los meridianos del planeta se comprometieran a rezar por la paz del mundo, a una hora determinada del día, con lo cual se conseguía que la oración no se interrumpiera en ningún momento. La energía que pondrían en marcha las ruedas de oración sería suficiente para su plan.
La iniciativa se puso en marcha, de una forma sumamente discreta, en base a las comunidades de inmigrantes asiáticos que existen en todas partes y se unieron a la misma algunas iglesias evangélicas locales. En las ruedas de oración participaron fieles de todas las religiones incluso de las más minoritarias. La mayoría de ellos eran personas bienintencionadas que tenían la mente poco despierta, pero también había grupos que estaban liderados por hombres y mujeres que estaban entroncados con las escuelas sagradas de China y la India y tenían la mente muy despierta.
Una vez estuvo puesto en marcha el experimento, el maestro indio pronto llegó a la conclusión de que era posible confundir a los oráculos que eran nada menos que las piezas clave del Nazismo y el Militarismo Japonés.
La primera decisión que tomó el maestro indio fue tratar de desbaratar el plan más peligroso de todos que era que los ejércitos de Alemania y el Japón atacaran la Unión Soviética, en el mismo momento, los primeros por el oeste y los segundos por el este. Esta acción habría hecho imposible la defensa de los territorios inmensos que albergan más de la mitad de la superficie del continente asiático y habría tenido el resultado de que los militaristas japoneses se apoderaran de la región más oriental de Siberia que posee las mayores reservas tanto de petróleo y gas natural como de todos los minerales estratégicos. Por la misma razón los nazis se hubieran apoderado de los trigales de Ucrania y los yacimientos de petróleo del Cáucaso.
El maestro indio sabía muy bien que el régimen de la Unión Soviética era un sistema totalitario y los burócratas que lo administraban no eran muy distintos de los burócratas que servían a los nazis o a los militaristas japoneses, pero había que contemplar el hecho de que el ideario soviético no tenía matriz nacionalista sino internacionalista. Este hecho hacía que Stalin respetara las reglas del juego del derecho internacional y cumpliera los compromisos mientras que Hitler sólo tenía la voluntad de engañar y usar todos los medios, que tenía a su alcance, para obtener el dominio absoluto sobre los continentes de Asia y Europa. Por este detalle era posible establecer una diferencia entre la perversidad de los sistemas totalitarios.
La forma como se desbarató el plan clave que había detrás del Pacto de Acero fue confundiendo el oráculo que aconsejaba al almirante japonés con objeto de que éste se convenciera de que podría emular la hazaña de su compatriota que logró aniquilar una gran armada rusa, en los albores del Siglo XX, por medio de una batalla naval cuyo desenlace ha sorprendido a todos los expertos de la guerra en el mar. El plan consistiría en atraer a los portaviones americanos al centro del Océano Pacífico donde serían hundidos por los aviones japoneses. Este proyecto justificaba el ataque a la Base de Pearl Harbor que ha resultado inexplicable a la mayoría de los historiadores y exigía que las fuerzas terrestres fueran empleadas en la conquista de los países de la ribera del Océano Pacífico.
El almirante japonés consiguió su propósito cuando los Estados Unidos declararon la guerra al Japón y enviaron sus portaviones al centro del Océano Pacífico, pero las cosas sucedieron justo al revés, de lo que había previsto el consultante del oráculo, ya que fueron los aviones americanos los que hundieron a los portaviones japoneses. A partir de aquel acontecimiento la guerra quedaría sentenciada y las personas inteligentes nunca entenderían porque los japoneses habían renunciado a conquistar la región del mundo, que alberga las mayores reservas de petróleo y minerales estratégicos, a cambio de conquistar las islas del Océano Pacífico en las que sólo hay cocos.
Los historiadores no han conseguido explicar la razón de los errores garrafales que cometió Hitler en la campaña de Rusia. Al parecer el mérito fue de las personas anónimas que participaron en las ruedas de oración que no se interrumpieron en ningún momento. De acuerdo con la opinión del maestro de Bernard Mong Tse sucedió que el oráculo que había guiado a Hitler, de forma impecable, en las campañas de Bélgica y Francia, hasta el punto de que el dictador alemán mereció ser comparado con Napoleón, se confundió, por completo, cuando le aconsejó mantener la resistencia numantina en la ciudad en ruinas de Stalingrado, y en pleno invierno, hasta que llegó un momento en que el comandante del sexto ejército alemán decidió desobedecer las órdenes de Hitler y rendirse a los soviéticos. Después de aquel desastre inesperado los generales alemanes empezaron a comprender que le estrella del führer se había apagado y la guerra estaba perdida.
A lo largo de la segunda mitad del Siglo XX las ruedas de oración han sido usadas, con éxito, en algunos momentos en que hubo el peligro real de una confrontación que hubiera implicado el mundo entero. Es posible que la humanidad deba muchísimo a las ruedas de oración que tienen dos secretos. Primero que no se interrumpen nunca y segundo que están formadas por fieles de todas las religiones del mundo que tienen en común el detalle de poseer una mente un poco más despierta que el resto de sus semejantes.
Algunos jerarcas vaticanos claman contra las ruedas de oración y desaconsejan a los católicos participar en ellas con el argumento de que un hombre que es miembro de una iglesia, que posee la exclusiva de la salvación, no puede juntarse para rezar con un fiel de una religión que está muy lejos de poseer esta exclusiva. Este principio doctrinal no admite demostración empírica de ninguna clase. A pesar de ello la Iglesia Católica lo mantiene en vigor lo cual demuestra, con toda claridad, la potencia del lado oscuro de la institución al que le importa un comino las cosas que tienen la posibilidad de ser demostradas por medio del método científico de conocimiento que es el único que tiene valor para los hombres y las mujeres que tienen la mente despierta.
El maestro de Bernard Mong Tse explicó a su discípulo algunos acontecimientos de la historia de China que podrían explicarse muy bien por medio de hipótesis que contemplaban la intervención del Centro Consciente de lado del Yang y el Centro Consciente del lado del Yin que no forman parte del mundo terrenal. Estas reflexiones de gran interés forman parte de determinados capítulos de los libros que fueron escritos por Bernard Mong Tse y serán divulgados a lo largo de los próximos años.
Los historiadores más serios reconocen que, en algunos momentos decisivos de la historia, ocurrieron hechos inesperados que resultan muy difíciles de explicar y además sucedió que los hechos inesperados quedaron muy mal documentados. Ha llegado la hora de que estos profesionales se ocupen de estudiar las hipótesis que implican a los Centros Conscientes, de un lado y el otro de la energía, en los hechos que suceden en la Tierra con el bien entendido de que el Centro Consciente del lado de la Oscuridad posee una experiencia de milenios en activar la Ley Cósmica de la Correspondencia por medio de la construcción de pares de cuernos del Diablo que permitirán absorber cantidades ingentes de energía mental a centenares de millones de seres humanos.
El Centro Consciente del lado de la Luz está en inferioridad de condiciones en el ámbito de la Ley Cósmica de la Correspondencia pero tiene la posibilidad de activar la Ley Cósmica de la Armonía en algunos momentos decisivos de la historia de la humanidad. Ésta sería la explicación verdadera de la desaparición de los sistemas totalitarios y el hecho de que los partidos de la extrema izquierda y la extrema derecha vivan de la renta de algunos problemas, que son más o menos graves, pero pueden ser resueltos en el marco de la pluralidad y la democracia.
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