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Las escuelas sagradas y su influencia en la sociedad

Las escuelas sagradas y su influencia en la sociedad

Las escuelas sagradas tienen una cierta influencia en la sociedad. Ésta es la razón de que existan agrupaciones diversas cuyos miembros son hombres y mujeres que buscan la verdad de manera sincera y llevan a cabo un proceso de iniciación que es serio y permite a las personas que lo siguen ascender hasta la planta de la pagoda de la evolución de la conciencia que se merecen alcanzar de acuerdo con el destino que tienen escrito en el Cielo.

En La Civilización Occidental existen unas cuantas tradiciones espirituales que son más o menos serias y poseen una experiencia de más o menos siglos. Algunas de estas tradiciones no tienen nombre y apellido y se mantienen ligadas, de manera discreta, a las iglesias ortodoxas, las iglesias luteranas e incluso la Iglesia Católica a pesar de que esta última todavía mantiene en vigor una institución que es heredera del Tribunal de la Santa Inquisición Pontificia que cometió millones de crímenes a lo largo de unos cuantos siglos.

La institución de la que hablamos se denomina Congregación para la Doctrina de la Fe. Las personas que tienen la mente despierta, y han elegido el lado de la luz de la energía, han descubierto que la fe y la doctrina son conceptos incompatibles porque la fe se sostiene en la experiencia de la sumisión y la confianza en Dios, mientras que la doctrina es pura teoría que incluso puede ser maliciosa y contradecir la experiencia que resulta ser el sustento de la fe. Este detalle, que está a la vista de todos los fieles católicos, muestra la naturaleza oscura de la Curia Vaticana.

Otras tradiciones espirituales serias proceden de la Orden del Temple y de otros fenómenos luminosos menos conocidos que se desarrollaron en la Edad Media.

Las tradiciones espirituales más serias de todas proceden del gnosticismo que tiene raíces muy antiguas y se expresa por medio de caminos diversos que todos ellos son muy estrechos pero llegan a los lugares más recónditos de la Tierra. Hay caminos, de matriz gnóstica, que son oscuros pero también los hay que son extremadamente luminosos.

Incluso la Masonería que es un tema que obliga a apretar los labios, a los semejantes que tienen más experiencia de la vida, muestra poseer un lado luminoso, exiguo pero claro, que aparece el día más inesperado.

Hay bastantes personas que tuvieron la oportunidad de conocer una escuela sagrada pero no se sintieron a gusto en ella porque el proceso de iniciación que se les exigía les resultó demasiado duro. Estas personas adquirieron un cierto conocimiento mientras estuvieron vinculados a la escuela sagrada. Este conocimiento les permitiría ejercer de maestros entre comillas.

Los maestros entre comillas pueden escribir un libro que tenga una cierta difusión o pueden pronunciar conferencias que también tengan una cierta difusión. Algunos de los lectores del libro y de los asistentes a las conferencias también pueden convertirse en maestros entre comillas.

Ahora mismo en el mundo hay docenas de miles de maestros entre comillas que han adquirido algunos conocimientos que provienen de las escuelas sagradas pero no han pasado por todo el rosario de pruebas imprescindibles que son inherentes a los procesos de iniciación serios.

Los maestros entre comillas por lo general son personas que se sienten importantes porque saben algunas cosas que no saben la inmensa mayoría de los mortales, pero sucede que el sentimiento de importancia les juega una mala pasada y los aísla de las pocas personas de las que podrían aprender alguna cosa que es imprescindible conocer.

La forma más práctica de valorar a los maestros entre comillas que aparecen en Internet, o en cualquier otro lugar, es por medio del grado de empatía que demuestran poseer. Por lo general donde hay mucha empatía hay poco sentimiento de importancia y donde hay poca empatía hay mucho sentimiento de importancia, aunque se muestre disimulado por algún hábito de modestia que el sujeto ha tenido la oportunidad de aprender por la razón que sea.

Los maestros entre comillas pueden ser hombres y mujeres que actúan de buena fe. En este caso sus enseñanzas transmiten destellos de la verdad, pero lo hacen en medio de la confusión inevitable que invade la mente de todo ser humano que no ha completado un proceso de iniciación riguroso.

En algunos casos los maestros entre comillas no actúan de buena fe por el hecho de que se han arrimado a un canal del lado de la oscuridad de los muchos que funcionan en el mundo de la espiritualidad.

Los maestros entre comillas, que se han arrimado al lado de la oscuridad, son más de los que pueden imaginar las personas ingenuas. Estos individuos ejercer un dominio, más o menos explícito, sobre las personas a las que transmite sus enseñanzas. Esto es lo que sucede, en la mayoría de las veces, cuando el maestro entre comillas funda una organización que puede tener el nombre de iglesia, fundación, orden o lo que sea.

Las escuelas sagradas utilizan la alegoría de la hidra de las siete cabezas para explicar, de la forma más clara posible, el concepto del sentimiento de importancia a las personas que llevan a cabo el proceso de iniciación con objeto de que puedan liberarse del mismo.

Hemos explicado, en otro lugar, que la manera más práctica de comprender el proceso de iniciación, que debe hacer todo ser humano para escapar del estado del sueño psíquico, es por medio de ascender peldaños de la escalera de la pagoda alegórica que es propia de la escuela sagrada de China. Esta enseñanza incluye el detalle de que cada vez que se cumple un hito importante del proceso de evolución no hay más remedio que identificar una nueva cabeza de la hidra que constituye la alegoría del sentimiento de importancia.

La primera cabeza de la hidra del sentimiento de importancia acostumbra a recibir el nombre de ego. Es demostrable que el ego no es más que una máscara que ha sido construida por un procedimiento artificial y actúa como un cascarón que aísla al sujeto de la realidad.

Los hombres y las mujeres que son realmente inteligentes se convencen de que les conviene desprenderse del cascarón que los aísla de la realidad aunque este hecho les comporte un sufrimiento. Son bastantes las personas que consiguen desprenderse del cascarón a medias y son muchas menos las que lo consiguen de una forma plena.

Cuando el iniciado ha conseguido cortar la primera cabeza de la hidra aparece una segunda cabeza que es mucho más potente que la primera porque no ha sido construida por un procedimiento artificial sino que se corresponde a un hecho real. Esta segunda cabeza de la hidra acostumbra a recibir el nombre de yo superior.

Las personas que se sienten importantes por su yo superior, y sucumben al sentimiento del desprecio por los semejantes que son prisioneros de su ego, son víctimas de una gran confusión que no les permite proseguir el camino de la evolución que tienen escrito en su destino.

No es nada sencillo desprenderse de la segunda cabeza de la hidra del sentimiento de importancia y sólo es posible conseguirlo por medio de la dura disciplina que inventaron las escuelas sagradas en épocas remotas.

Cuando el iniciado ha conseguido cortar la segunda cabeza de la hidra aparecen otras cabezas pero, por lo general, ya no son tan potentes como la segunda. Todas estas cabezas de la hidra son expresiones del llamado yo superior que es un hecho real porque expresa la personalidad del alma del sujeto que ha sido creada a imagen y semejanza de Dios.

Sólo existe una forma de domesticar el llamado yo superior con objeto de que éste se entregue a cumplir el destino que el sujeto tiene escrito en el Cielo. Esta forma es la celebración del rito de sumisión incondicional a la voluntad de Dios. Este rito forma parte del acerbo de todas las escuelas sagradas aunque en el lugar de Dios puede estar el Cielo o el Espíritu en mayúsculas en función de las cosas que han sido reveladas a cada una de ellas.

Los hombres y mujeres que han accedido al estado de la mente despierta pero les sucede que no han tenido más remedio que elegir la condición de agnósticos humanistas, por causa de que jamás han participado de una experiencia religiosa que fuera sugerente, tienen la posibilidad de postrarse ante el misterio de la existencia. El experimento puede tener lugar en un lugar del campo bajo el cielo estrellado de una noche de verano faltada de luna.

Por medio de este rito que quizás es el más original de todos, por el hecho de ser cien por cien laico, las personas que no participan de ninguna creencia religiosa tienen la posibilidad de conectar con la energía primordial que sostiene el universo al igual que sus semejantes que se postran ante el Dios creador del Cielo y la Tierra.

Lo más interesante de este tema aparece en el momento que se descubre que el agnóstico humanista que decide hacer el experimento de arrodillase ante el misterio de la existencia, por una cuestión de simple sentido común, está más cerca de la verdad que el maestro espiritual que es capaz de impresionar a sus seguidores por medio de la descripción de vivencias originales, que forman parte de los llamados viajes astrales que tienen lugar en el registro de la cuarta y la quinta dimensión, pero sucede que el maestro espiritual es un señor que alberga la paradoja inconcebible de que no siente la necesidad de postrarse ante Dios ni siquiera un día de tanto en tanto.

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