La queja y la crítica: hábitos que desgastan tu energía
Las escuelas sagradas de China y Occidente descubrieron en tiempos inmemoriales que la conducta humana en el momento que excluye, por completo, la expresión de impresiones negativas permite taponar la válvula inmaterial que todos llevamos dentro y por la que se escapa la energía mental de forma irremediable. Es legítimo hacer la hipótesis de que el descubrimiento fuera hecho por algunos chamanes de las tribus que poblaban las cuencas de los grandes ríos en la época previa a la Revolución Neolítica. Este descubrimiento tendría carácter decisivo ya que daría lugar a la aparición del fenómeno de la conciencia lo cual constituye el inicio del proceso evolutivo del ser humano.
Hay que tener en cuenta que incluso el hábito de manifestar quejas legítimas o criticar conductas que son objetivamente detestables, constituye una forma de expresión de una impresión negativa que da lugar a la pérdida de energía que puede ser el origen de la depresión y otros problemas de salud más o menos graves.
El hito de no expresar nunca impresiones negativas sólo puede ser alcanzado por el guerrero que ha desarrollado, de forma paralela, la predisposición al servicio al prójimo. Esta experiencia es la misma en las escuelas sagradas que se desarrollaron en los dos extremos del mundo antiguo aunque en China jugó un papel importante en el funcionamiento del estado y el desarrollo de la sociedad, mientras que en Occidente no fue así por la razón de que el sistema feudal se prolongó demasiados siglos.
Es sabido que la virtud de la humildad goza de la extraña cualidad de que deja de existir en el momento que se proclama. Por ello es conveniente no hablar nunca de la humildad y hacerlo sólo de la predisposición al servicio que, cuando es auténtica, va íntimamente ligada a la norma de no expresar nunca impresiones negativas.
El caballero templario no podía quejarse de nada en ninguna circunstancia aunque tenía el deber de criticar la conducta de un colega, ante el colectivo o ante su superior, si pensaba que el colega no actuaba de forma correcta.
Las personas que han consolidado la conducta de no quejarse nunca de nada ni criticar a nadie en ningún caso, consiguen mantener la mente en positivo todas las horas del día y, por medio de esta cualidad, descubren matices insospechados en los distintos escenarios de la vida. Esto sucede por causa de las leyes de la energía que conocen las escuelas sagradas desde hace muchos siglos y han empezado a ser estudiadas por algunas escuelas modernas de psicología e incluso por algunas iglesias cristianas, que son más serias que las demás por el hecho de que han renunciado a ejercer el poder religioso y se guían sólo por el propósito del servicio a una comunidad de acuerdo con los valores incombustibles que se desprenden del magisterio de Jesucristo.
Las personas que han consolidado la conducta de no quejarse nunca de nada ni criticar a nadie, en ningún caso, llega un momento en que se percatan de que los escenarios clásicos de la vida forman parte de un mundo aparente detrás del cual se extiende el mundo real que es incomparablemente más potente y condiciona sin remedio cualquiera de los escenarios.
Otra experiencia coincidente que poseen las escuelas sagradas de China y Occidente tiene que ver con la capacidad del guerrero de mantener la atención de la mente cuando escucha el discurso de otra persona hasta el punto de no perder nunca el hilo conductor del mismo. Esta cualidad puede ser educada cuando también lo es la de no expresar jamás ninguna queja ni ninguna crítica. Ambas cualidades son caras del poliedro del alma y es demostrable que no puede educarse una cara del mismo sino se educan las demás.
Los hombres y las mujeres que no son capaces de escuchar el discurso de otra persona sin perderse ningún detalle del mismo les sucede que, el día más inesperado, hacen algo que va contra sus intereses y no saben porque lo han hecho. Estas personas son víctimas de un agente del mundo espiritual del lado de la oscuridad que tiene el propósito de meter un obstáculo en su proceso de evolución pero no tienen conciencia de ello.
Las personas que han culminado un largo trecho del proceso de evolución consiguen desarrollar las distintas caras del poliedro del alma de una forma equilibrada. Las caras del poliedro son las expresiones clásicas del impulso sagrado del amor. Podemos enumerar la gratitud, la compasión, el sacrificio que hay que hacer por el ser amado, el espíritu de servicio hacia los demás, la inspiración creativa, la curiosidad científica, el coraje de asumir un riesgo para hacer una cosa necesaria para una comunidad, el sentimiento de emulación cuando se descubre a una persona mejor que uno mismo, la satisfacción tras un trabajo bien hecho, la solidaridad con alguien que ha sido víctima de una acción injusta, el sentimiento de vergüenza ante un trabajo mal hecho y el sentimiento de culpa cuando se ha causado un daño injusto a otra persona.
Las expresiones del impulso sagrado del amor conforman la psicología del guerrero mítico cuando se expresan de forma equilibrada y cumplen funciones problemáticas cuando se expresan de manera desequilibrada o faltadas de coherencia, que es lo que sucede en la mayoría de las personas y en las expresiones de la cultura global del Siglo XXI.
El ser humano tiene la posibilidad de incidir en el mundo real que condiciona el mundo aparente en el caso de que tenga esta labor escrita en su destino, pero sólo podrá hacerlo después de muchos años de contemplar las cosas que suceden en su entorno con el corazón en paz y, si es preciso, con los labios apretados mientras descubre, poco a poco, el concepto grandioso de la búsqueda del equilibrio.
Los agentes del mundo espiritual que condicionan la vida de los hombres y las mujeres poseen muchos milenios de experiencia acerca de los conceptos intelectuales que tienen la posibilidad de lograr que la mente del ser humano se identifique con los mismos con objeto de que actúen como somníferos inductores del estado del sueño psíquico. La mayor parte de las tesis filosóficas, las ideologías políticas y las doctrinas religiosas no son otra cosa más que compendios de somníferos, de menor o mayor potencia, que se derrumbarán, como castillos de naipes, en el momento que la humanidad ascienda un peldaño decisivo del proceso de evolución lo cual sucederá seguramente a lo largo de los próximos decenios del Siglo XXI.
Hay que explicar que las cualidades que hemos descrito y consiguen alcanzar los guerreros, de forma equilibrada por medio de un proceso de iniciación correcto, tienen un resultado determinante en dos temas que interesan a todos los seres humanos. El primero es la posibilidad de alcanzar una satisfacción muy elevada en la relación íntima de pareja tanto en el caso del hombre como de la mujer. El segundo es la posibilidad de educar muy bien a los hijos. Es obvio que todas las parejas del mundo tienen interés en ambos temas que dan sentido a la vida de todos los seres humanos.
Los seres del mundo espiritual y el lado de la oscuridad poseen una experiencia de milenios en la labor de influir la mente de cualquier hombre o cualquier mujer hasta el punto de manejarlos como títeres. Nadie, que no sea un guerrero que ha completado un proceso de iniciación correcto, tiene la posibilidad de escapar de la condición de títere del poder superior por la razón de que este último posee un poder mental muy superior que el del títere aunque este último sea presidente de una corporación o de un gobierno o le hayan concedido un Premio Nóbel.
Todas las personas que tienen los ojos abiertos poseen la experiencia de que su mente haya sido influida por una misteriosa voz, pegada a su oído, en momentos decisivos de la vida. Las personas que poseen esta experiencia negativa también poseen otra, de signo positivo, que es la de contemplar la ayuda de alguien de Arriba que puede llegar incluso en el último momento y de la forma más inesperada.
Hay que saber que la influencia del poder superior de carácter inmaterial y negativo sólo funciona en el plano de la mente pero no es capaz de afectar los sentimientos. Esto significa que las familias y los grupos de amigos, que permanecen unidos por sentimientos profundos, son inmunes a las artimañas de los agentes espirituales que cumplen el cometido de mantener activo el sistema de poder que tiene la cabeza en el Club de los Dueños del Mundo formado por un colectivo de semejantes que todos ellos son grandes guerreros del lado de la oscuridad que han conseguido entregar el alma a Lucifer a cambio de obtener una plaza en el Infierno, por los siglos de los siglos, lo cual les da derecho a mantener una determinada cuota de poder en la Tierra.
El contenido de la publicación de hoy posee una coherencia absoluta si es contemplado desde el tercer piso de la pagoda de la evolución mientras que resulta incomprensible si es contemplado desde la planta baja del edificio. El cambio de paradigma que reclaman muchas personas consiste en trasladar el centro de gravedad de la humanidad desde la planta baja de la pagoda de la evolución a la tercera planta de la misma. Es imposible prever como se llevará a cabo este cambio que no tiene ningún precedente en la historia de la humanidad y tendrá lugar por la única razón de que forma parte del Plan de Dios. Este plan se cumple, de forma inexorable, aunque es imposible prever el ritmo del mismo en la medida que el dueño del tiempo humano y el dueño del dinero todavía es el Diablo.
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