La intuición humana
Existen numerosos hombres y mujeres que tienen una experiencia, más o menos consolidada, acerca de un atributo muy misterioso que poseen los seres humanos en un grado menor o mayor y que recibe el nombre de intuición.
Las escuelas sagradas reflexionaron, a lo largo de los siglos, acerca de los conceptos de la experiencia de la fe, la razón y la conciencia y también reflexionaron acerca del concepto de la intuición.
La escuela sagrada de China poseía los conceptos del Yang y el Yin que proceden de la experiencia humana acerca del lado de la luz y el lado de la oscuridad de la energía cósmica que sostiene el universo y todas las cosas que forman parte del mismo.
De acuerdo con la experiencia de la escuela sagrada de China, la intuición posee un lado luminoso y un lado oscuro al igual que todas las cosas relevantes que son sostenidas por la energía cósmica que está dotada de estos dos atributos.
La experiencia de la escuela sagrada de China puede ser explicada desde la cosmología que tiene su origen en la Biblia si se hace la hipótesis de que la intuición no es un atributo propio del ser humano sino que se sustenta en la información que llega a su mente por medio de alguien ajeno a su persona que se la sopla al oído. Este alguien puede ser una criatura espiritual del lado de la luz o puede ser una criatura espiritual del lado de la oscuridad. La primera puede ser un ángel y la segunda puede ser un demonio de acuerdo con las cosas que divulga la Biblia. Hay que decir, por fin, que, a la hora de la verdad, estos conceptos bíblicos no son suficientes para explicar las cosas que suceden en el mundo real y es preciso acudir a los elementos de la revelación que han agraciado a las religiones de Asia.
Los intelectuales racionalistas seguramente se echarán las manos a la cabeza ante la tesis que contempla a los seres humanos escuchando mensajes de criaturas espirituales. Pero sucede que estos intelectuales no tienen ninguna posibilidad de demostrar sus elucubraciones acerca del atributo de la intuición humana, mientras que el conocimiento que procede de las escuelas sagradas y, en especial el de la escuela sagrada de China, se sostiene en el método empírico de conocimiento y tiene tras él unos cuantos siglos de experiencia.
Hay algunas escuelas de psicología que han teorizado acerca de la inteligencia humana que tiene bastantes facetas. Estas escuelas de psicología se han percatado de que hay individuos que son muy inteligentes pero no son listos, mientras que hay otros que son menos inteligentes pero son más listos y estos últimos son los que acostumbran a conseguir sus objetivos en la vida.
Llegados a este punto es preciso definir los conceptos de la inteligencia y la listeza.
Existe una definición de inteligencia que dice que es la capacidad del sujeto de adaptarse al entorno que lo rodea. Los hombres y mujeres que ven crecer a los nietos acostumbran a tener más experiencia acerca de este tema que las jóvenes parejas que llevan los niños a la escuela primaria. Estos veteranos pueden llegar a la conclusión de que la inteligencia verdadera es la capacidad de adaptarse al entorno, en el largo plazo, lo cual comporta el premio de alcanzar el estado de plenitud en la vejez.
Es sugerente definir la inteligencia verdadera como la capacidad de adaptarse al entorno en el largo plazo y definir la listeza como la capacidad de hacerlo en el corto plazo. Existe una psicología barata que tiene experiencia de los cortos plazos, pero no la tiene de los largos plazos. La psicología barata explica que es más importante ser listo que ser inteligente e incluso trata de explicar el concepto de la listeza por un procedimiento seudo-científico.
La psicología barata tiene la posibilidad de confundir a muchos jóvenes ingenuos mientras nadie se pregunta porque hay tantos casos de hombres y mujeres que demostraron ser muy listos, en determinados momentos de la carrera profesional, pero acabaron su vida en una residencia de ancianos, demenciados y atados a una silla de ruedas. En algunos países de Europa este escenario espantoso es una cosa normal, en cualquier ciudad, aunque hay una conspiración de silencio acerca del mismo.
Ha habido algunos autores que han abundado en la teoría de que los hombres y mujeres que son los más listos de todos han accedido a un secreto que conocen muy pocas personas. El secreto puede ser descrito, en términos sumamente abstractos, por medio de fenómenos que son definidos como “Ley de la atracción”, “Ley de la abundancia”, etc. Cuando se indaga, en serio, acerca del famoso secreto siempre se descubre un camino u otro que lleva al mundo de la oscuridad que, sin duda, puede hacer un regalito a cualquier joven ingenuo que se convencerá de que ha hallado el secreto que no es más que una trampa.
La humanidad posee el referente de las sociedades antiguas que tenían muy arraigado el respeto a los ancianos e incluso la veneración por ellos hasta el punto de que eran los líderes de las familias y las comunidades hasta el último momento de la vida.
La sociedad global del Siglo XXI trata de romper todos los referentes de las sociedades antiguas. En algunas regiones del mundo este proceso tiene carácter irreversible pero en otras no lo tiene. Debe existir alguna razón para que las cosas sucedan de esta manera y, en algunos lugares del mundo, se mantenga vivo el mito del anciano que goza de credibilidad indiscutida hasta el último momento de la vida lo cual indica que no ha sucumbido a la depresión, el Alzheimer o los trastornos de personalidad que son los males que arruinan la vida de la mayoría de los semejantes que alcanzan la edad de la jubilación, una vez el cáncer está siendo dominado en la mayoría de sus variantes.
Bernard Mong Tse conoció a su maestro, que era un hombre entroncado con la escuela sagrada de China, en la época que en Occidente acababa de ponerse de moda el concepto de la inteligencia emocional y se sentía influido por este concepto que resultaba sugerente a los profesionales que debían enfrentarse con situaciones inesperadas, de todos los tipos, en el mundo de los negocios.
El maestro chino escuchó, con mucha atención, la disquisición de su nuevo discípulo acerca del concepto de la inteligencia emocional. A continuación explicó que la escuela sagrada de China había contemplado la componente racional y la componente emocional de la inteligencia humana, a lo largo de unos cuantos siglos, antes de llegar a la conclusión de que la inteligencia verdadera se sostiene en un equilibrio exquisito entre ambos componentes. El maestro concluyó la explicación proclamando que cuando uno de los dos componentes de la inteligencia domina sobre el otro, sucede que el sujeto es un ser incompleto.
Después de escuchar aquellas palabras del maestro, el discípulo, recién llegado, empezó a comprender que entre el conocimiento que se desprende de los descubrimientos (clásicos y recientes) de las escuelas de psicología de Occidente y el que posee la escuela sagrada de China hay una distancia infranqueable.
Es interesante profundizar acerca del concepto de la listeza por medio de contemplar a los campeones de este atributo que son sujetos que han adquirido una capacidad enorme de controlar e incluso manipular el entorno en beneficio propio.
De acuerdo con la experiencia de la escuela sagrada de China los grandes manipuladores son individuos manipulados por un ser del mundo espiritual del lado de la oscuridad. Esta afirmación sin duda producirá la máxima perplejidad a cualquier intelectual racionalista hasta el punto de que éste podrá pensar que el autor de la misma es víctima de un grave delirio.
En una publicación anterior explicamos que la experiencia de la escuela sagrada de China posee una legitimidad muy elevada porque se sostiene en las cosas que ocurrían en las cortes de altos funcionarios que se sucedieron a lo largo de los siglos. Hay que recordar que en aquellas cortes de servidores del estado, que habían superado un duro rosario de exámenes, se formaron muchos guerreros tanto del lado del Yang como del lado del Yin mientras la civilización llevaba a cabo todos los grandes inventos anteriores a la Revolución Industrial.
La psicología de los guerreros del lado de la luz ha sido descrita, en varias ocasiones, en las publicaciones de “El Laberinto de la Verdad”. Ahora debemos detenernos en la psicología de los guerreros del lado de la oscuridad. De acuerdo con la experiencia, de la escuela sagrada de China, el proceso de iniciación del guerrero del lado de la luz y el guerrero del lado de la oscuridad es el mismo hasta que se alcanza la planta tercera de la pagoda de la evolución de la conciencia. En esta planta de la pagoda se halla lo que se denomina el punto de la bifurcación de los caminos.
No sabemos casi nada acerca del proceso de iniciación que siguen los guerreros del lado de la oscuridad para ascender a la planta cuarta de la pagoda de la evolución de la conciencia e incluso a alguna planta más elevada donde podrán alcanzar el hito de entregar el alma a Lucifer y conseguir una plaza en el Infierno a cambio de obtener el poder e incluso la impunidad en la Tierra.
Tenemos la certeza de que estos semejantes consiguen extirpar de su corazón hasta el último vestigio de compasión, hacia el prójimo, como paso previo a convertirse en campeones del cinismo y la perversidad sobretodo cuando desempeñan un puesto importante en la sociedad en calidad de líderes del poder económico, el poder político, el poder religioso u otra función todavía más importante por su singularidad. Sabemos que este proceso psicológico va ligado a la celebración de ritos del lado de la oscuridad que tienen carácter sobrecogedor y no sabemos nada más.
Debemos recordar que, así como por el lado de la luz, la pagoda de la evolución puede alcanzar las nubes del cielo, el proceso de evolución, por el lado de la oscuridad, tiene un límite que es muy claro. Esto es así porque la psicología del guerrero, del lado de la oscuridad, permanece articulada por un trastorno de personalidad que tiene carácter grave y es de tipo paranoico dominador.
Debemos suponer que los guerreros del lado de la oscuridad disponen de un maestro terrenal o un guía del mundo espiritual que ha desarrollado al límite la psicología del paranoico dominador que consigue mantener un grado muy elevado de control y dominio sobre su entorno mientras desarrolla una habilidad, también muy elevada, de destruir todo aquello que no puede dominar.
Los individuos que poseen el control sobre los centros reales de poder pueden tener una cierta visibilidad o pueden no tener ninguna, pero, en todos los casos, gozan de la psicología de los paranoicos dominadores. Esta afirmación podrá ser demostrada, algún día, por medio de tesis doctorales serias.
Los paranoicos dominadores precisan luchar entre ellos por el poder y muchos de ellos caen en estas duras batallas. Los triunfadores de las mismas tejen entre ellos complicidades inconfesables que son propias de los semejantes que viven arrimados, más o menos, al lado de la oscuridad de la energía que permanece sometido al dominio férreo de las sociedades secretas.
La biblia de la psiquiatría acientífica describe centenares de trastornos de personalidad de los que hay un porcentaje relevante que son discutibles desde la experiencia clínica y pueden ser el resultado de la presión de los lobbys que representan los intereses de los laboratorios farmacéuticos que comercializan las pastillas que apaciguan el trastorno correspondiente. Mientras tanto sucede que no se describe el trastorno paranoico dominador que afecta nada menos que a los individuos que tienen el dominio sobre los centros de poder de todos los tipos.
La próxima publicación reproducirá el capítulo número 12 de uno de los libros de Bernard Mong Tse que tiene el título de “Los guerreros de la paz”. Este texto contempla un diálogo en el que se expone, a partir de un caso concreto, la carrera de la mediocridad en que se sostiene la sociedad contemporánea. Esta carrera tiene la consecuencia de que los listos se impongan a los inteligentes y que, por fin, los paranoicos dominadores, dotados de una capacidad de manipulación muy elevada, aparezcan como los líderes naturales de los listos.
Por medio de esta reflexión se empieza a comprender la psicología de los guerreros del lado de la oscuridad que tienen el control sobre los centros reales de poder que existen en todos los ámbitos de la sociedad global del Siglo XXI.
Por medio de esta reflexión se introduce una nota de optimismo porque se muestra que el sistema de poder que mantiene el dominio sobre el mundo, desde hace siglos y milenios, tiene un talón de Aquiles muy claro que es nada menos que el desprecio por la inteligencia verdadera. Por esta razón será posible que la Revolución del Amor, que tendrá la posibilidad de dar fin a este sistema de poder, sea también una revolución de la inteligencia.
El sistema de poder que mantiene el dominio sobre el mundo tiene un segundo telón de Aquiles, todavía más escandaloso, que aparece cuando se descubre que las elites reales están formadas por hombres y mujeres dotados de la personalidad de los paranoicos dominadores. Esto significa que es lícito contemplar el mundo sometido a elites de enfermos. Una vez hecha esta constatación también es lícito contemplar la Revolución del Amor como una revolución de la curación y la cordura.
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