La belleza del rostro: una expresión de la Ley Cósmica de la Armonía
Extracto del diálogo que mantienen Ismael, Yasmina y Joan y que forma parte del capítulo 133 del libro que se titula “El Laberinto de la Verdad”.
Joan permaneció pensativo un rato después de escuchar la predicción del maestro acerca de la criatura maravillosa que tendría la posibilidad de engendrar a una edad en que quizás le tocaría ser abuelo si hubiera formado una familia con la chica que gozaba de un rostro bellísimo. El caballero templario exiliado en Granada entendió, por primera vez, que aquel hecho era el mayor de todos los premios del destino. Después de ello eligió otro tema de conversación.
– El día que hicimos la excursión por el valle del Río Genil tuve la oportunidad de pensar acerca de la belleza de las cuatro criaturas con las que podré ejercer la paternidad – dijo -. Las dos hijas de mi prometida son muy guapas al igual que su madre. Su media hermana es menos guapa que ellas pero también posee un rostro agraciado. Por fin su prima tiene el problema de que es demasiado guapa.
– Tienes razón esta chica, que ha cumplido quince años, posee un rostro dotado de belleza escandalosa – dijo Yasmina en voz baja.
– Esta chica posee unos ojos igual de impresionantes que sus primas y encima goza de unas facciones del rostro perfectas – prosiguió Joan -. Este hecho puede ser una carga sobre su destino. He contemplado dos casos de chicas demasiado guapas que, después de rechazar a unos cuantos pretendientes, desarrollaron una personalidad problemática, no lograron formar una familia y fueron muy desgraciadas.
– Es cierto que, de la misma manera que la fealdad es una desgracia que condiciona la vida de una chica, la belleza exagerada puede ser un regalo envenenado del destino que le traiga una desgracia superior a la que va asociada con la fealdad – dijo Ismael.
Joan asintió con la cabeza y el maestro prosiguió la explicación.
– Debemos contemplar la realidad en la que sucede que tanto las chicas feas como las chicas demasiado guapas son muy pocas mientras que la mayoría de las chicas poseen un rostro más o menos agraciado e incluso, en el caso de que el rostro sea poco agraciado, la chica tienen un atractivo u otro que resultará irresistible a un determinado hombre que, a la hora de la verdad, es el único que cuenta en su vida.
Joan asintió de nuevo con la cabeza. Ismael recurrió al gesto de acariciar sus vértebras cervicales con la mano izquierda y culminó la explicación acerca de la belleza del rostro que sólo está al alcance de un maestro.
– Este hecho, que está a la vista de todo el mundo, sólo puede explicarse como una expresión de la Ley Cósmica de la Armonía que consigue hacer las paces en el escenario, sin duda injusto, que es el resultado de las diferencias enormes que existen, entre los seres humanos, en relación a la belleza del rostro al igual como sucede en relación a la inteligencia.
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