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La armonía, el mas elevado concepto filosófico

La armonía, el mas elevado concepto filosófico

Extracto del diálogo que mantienen Ismael, Yasmina, Joan y Pierre y que  forma parte del capítulo 63 del libro,  “El Laberinto de la Verdad”.

En aquel momento Joan tuvo necesidad de levantar el brazo con la palma de la mano izquierda extendida. Este gesto desencadenó el silencio. En medio del mismo el caballero templario tomó la palabra.

                       –  Acabo de tener una ocurrencia que supongo que permite explicar porque el símbolo sagrado de la humanidad expresa el más elevado de todos los conceptos filosóficos – dijo.

                       –  Te escuchamos – dijo Ismael.

                       –  Resulta que cuando contemplamos el cestito de tallo de mimbrera, el cojín de lana y los dos platos de cerámica que están dispuestos sobre la mesa, sucede que nuestra mente comprende el concepto estético de la simetría – prosiguió Joan -. Pero en el momento que contemplamos, en un conjunto, los dos platos de cerámica, el cestito de tallo de mimbrera, el cojín de lana e incluso la hoja de papel en la que Ismael ha dibujado la expresión más antigua del símbolo sagrado de la humanidad, sucede que se desencadena, dentro de nosotros, una impresión más profunda que da lugar a un concepto que es superior al de la simetría. Este concepto superior es el de la armonía y no se percibe con la mente sino por medio de un instrumento misterioso que hay dentro de nuestro ser. Supongo que la armonía es el más elevado de todos los conceptos filosóficos.

                       –  Exacto, la armonía es el más elevado de todos los conceptos filosóficos – dijo Ismael después de obsequiar al caballero templario con una sonrisa muy expresiva -. Estamos contemplando un hecho que resulta evidente al hombre que lo descubre por si mismo pero rebota en los oídos del hombre que escucha la afirmación pero no está preparado para comprenderla.

                       –  Entiendo que Ismael no podía revelarnos la tesis de que el concepto de la armonía constituye el más elevado de los conceptos filosóficos y debíamos descubrirla nosotros – dijo Pierre -. Confieso que yo me estaba acercando al descubrimiento pero había algo dentro de mí que me impedía ver una cosa que, en el momento que ha sido proclamada por mi amigo, contemplo con la claridad del cristal.

                        –   Estoy de acuerdo en que la armonía es el más elevado de los conceptos filosóficos y este descubrimiento sólo puede hacerse por medio del ejercicio de la meditación frente al símbolo del mandala plasmado en un cestito de mimbre, un plato de cerámica, un cojín de lana o el alicatado de un muro o una cúpula que reproducen el símbolo sagrado de la humanidad – dijo Yasmina en un estilo de voz un poco trémulo mientras contemplaba el rostro del caballero templario, que estaba sentado frente a ella, sin ser capaz de esconder el brillo en los ojos que era fruto del deseo que es propio de la mujer y acababa de despertarle el personaje que estaba dotado de pectorales y músculos de acero y había sido capaz de comprender, antes que nadie, la lección tremenda de conocimiento que había sido impartida por su padre.

Aquel detalle no pasó desapercibido al abogado de Toulouse que había empezado a percatarse que estaban frente a un fenómeno que no tiene que ver con una asociación de conceptos que realiza la mente sino con una percepción profunda que procede de un lugar misterioso que los seres humanos tienen en su interior y tiene que ver nada menos que con el origen del deseo hombre-mujer que cumple la función determinante en la perpetuación de la especie humana.

                       Continuará…

 

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