Invocar a la Ley Cósmica de la Armonía en un momento dramático de la historia de la humanidad
El maestro de Bernard Mong Tse tenía el convencimiento de que el Siglo XXI contemplaría un gran cambio positivo que afectaría al conjunto de la humanidad. También tenía el convencimiento de que este cambio se iniciaría en el tercer decenio del siglo.
El maestro de Bernard Mong Tse era un hombre formado en la escuela sagrada de China y trataba de estudiar todos los hechos relevantes, que tienen lugar en el mundo, por medio de las manifestaciones de las Leyes Cósmicas de la Correspondencia y la Armonía.
Estas leyes cósmicas permanecen enunciadas, de manera sutil, en la Biblia mientras fueron reveladas, de forma madura, a los maestros de la escuela sagrada de China que disponían del oráculo del “I Ching” y habían elegido la experiencia humana como fuente única del conocimiento. Esto sucedió varios siglos antes del nacimiento de Jesucristo.
Los maestros de la escuela sagrada de China descubrieron la existencia de los centros conscientes del lado de la luz y el lado de la oscuridad de la energía que no tienen naturaleza terrenal, pero están en el origen de todas las cosas relevantes que suceden en la Tierra.
El maestro de Bernard Mong Tse hizo la hipótesis de que el Centro Consciente del lado de la Oscuridad trataría, hasta el último momento, de desencadenar acontecimientos, de carácter negativo, por medio de las sacudidas que son propias de la Ley Cósmica de la Correspondencia de acuerdo con la experiencia que este centro consciente ha acumulado a lo largo de un montón de siglos.
La hipótesis predecía que las sacudidas, originadas por la Ley Cósmica de la Correspondencia, podrían ser bastantes y adquirir una dimensión global, pero habría un momento en que nadie podría evitar una manifestación de la Ley Cósmica de la Armonía que también poseería una dimensión global. Por este medio se iniciaría el cambio positivo que espera a la humanidad.
Las sociedades secretas, que mantienen el dominio sobre los centros más importantes de poder (en especial el poder financiero), constituyen la pata terrenal del centro consciente del lado de la oscuridad.
El poder de esta gente se sustenta en las cualidades de la Ley Cósmica de la Correspondencia que les han permitido construir pares de cuernos del Diablo que cumplen la función de mantener, en el estado de la mente dormida, a la inmensa mayoría de seres humanos sobre todo en los países más desarrollados.
En las publicaciones de “El Laberinto de la Verdad” se han descrito bastantes pares de cuernos del Diablo que se retroalimentan entre ellos y dan lugar a somníferos de masas que mantienen, en el estado del sueño psíquico, las mentes de muchos millones de semejantes. Un ejemplo de par de cuernos del Diablo es el que está conformado por la filosofía racionalista y la doctrina religiosa. Otro ejemplo es el que está conformado por la ideología liberal y la ideología socialista.
También hay que explicar que las escuelas sagradas que han asegurado el hilo conductor, del lado de la luz, de las civilizaciones y las grandes religiones de la humanidad, constituyen la pata terrenal del Centro Consciente del lado de la Luz cuyo cometido es empujar la evolución de la humanidad por medio de las manifestaciones de la Ley Cósmica de la Armonía que, en el largo plazo, pone todas las cosas en su lugar.
El Siglo XXI se inició con los atentados terroristas que destruyeron las Torres Gemelas de Nueva York. En aquella acción monstruosa perdieron la vida dos mil setecientos hombres y mujeres que llevaban en el bolsillo pasaportes de sesenta países. Una parte relevante de las víctimas fueron bomberos y policías que salvaron a muchísimas personas antes de marcharse de este mundo en calidad de héroes y mártires.
Aquellos atentados terroristas permitieron justificar las guerras de Afganistán e Irak. Esta última hizo posible que se formara un ejército insurreccional que controló una zona amplia del país rica en petróleo y se convirtió en el santuario de las redes de fanáticos desalmados que extendieron el terror por muchos países del mundo.
El cuerno del Diablo del terrorismo islamista ha alimentado otro cuerno del Diablo formado por iglesias evangélicas y movimientos políticos, de extrema derecha, que proclaman que el Islam es nada menos que el Anticristo. Ambos cuernos del Diablo han permitido mantener en el estado del sueño psíquico a docenas de millones de seres humanos (cristianos y musulmanes) a los que ha sido absorbida mucha energía mental por parte de los inventores de los somníferos de masas.
El tercer decenio del siglo se ha iniciado con una pandemia que posee una virulencia que ha sorprendido a los profesionales de la epidemiología. Es posible hacer la hipótesis de que en el origen del virus Corvid-19 haya una acción, de la máxima potencia, de la Ley Cósmica de la Correspondencia que podrá provocar un daño inmenso a la humanidad a lo largo del año en curso y quizás los años siguientes. Ahora mismo es imposible alcanzar a prever la dimensión de este daño y las formas concretas como se manifestará.
En este momento dramático hay que mantener el convencimiento de que la manifestación de la Ley Cósmica de la Correspondencia irá seguida por una manifestación de la Ley Cósmica de la Armonía que tendrá una potencia muy superior. Este hecho es seguro, pero el factor tiempo es una incógnita completa en el momento que contemplamos la potencia inesperada de la acción que procede del lado de la oscuridad.
Esto significa que es la hora de poner en práctica la solidaridad necesaria entre los seres humanos de buena voluntad mientras se ejercitan las virtudes de la paciencia y la perseverancia.
En la fecha del último día de marzo son muchos los países en los que la población permanece confinada en sus casas en un grado mayor o menor. Algunos hombres y mujeres pueden proseguir su actividad profesional, por medio de Internet, pero la mayoría no pueden hacerlo. En esta situación extrema es posible dedicar muchas horas a recabar información acerca de todo aquello que tiene que ver con la gran calamidad que azota el mundo entero. Ahora mismo es posible acceder a información seria, en la red, una vez se ha aprendido a distinguir el trigo de la paja y la cizaña.
La existencia de una pandemia que afecta a casi todos los países de la Tierra permite comparar las cifras de personas que han enfermado, se han curado y han muerto en países distintos. También permite comparar el porcentaje de profesionales de la sanidad que se han infectado en un lugar u otro.
Las comparaciones entre países e incluso entre regiones de un mismo país permitirán hacer deducciones acerca de los hábitos alimentarios que son sanos y los que no lo son. Dentro de un tiempo podrán observarse las consecuencias del uso de fármacos naturales que forman parte de la cultura de determinados países mientras son desconocidos en el resto del mundo.
China tiene la ventaja de que mantiene activa la farmacología tradicional del país que se sustenta en substancias que se obtienen de la naturaleza y contribuyen a reforzar el sistema inmunológico de cada persona. Será interesante comparar la evolución de la enfermedad en este país y en otros en que los hábitos alimentarios no son sanos y los médicos permanecen condicionados por la dictadura de los laboratorios farmacéuticos.
Existen substancias naturales que poseen una fuerza notable para contener y desactivar los virus. Existen algunos productos químicos que poseen las máximas cualidades en este cometido, pero todavía no han podido ser registrados como fármacos, a pesar de haber superado todas las pruebas toxicológicas, porque alguien poderoso lo ha impedido por el sólo hecho de que se trata de productos muy baratos que echarían por el suelo el negocio de multitud de fármacos que son menos eficaces, pero son muy caros y se consumen, en los tratamientos de quimioterapia que se llevan a cabo en los hospitales.
Un profesional del equipo que ha mantenido la página de “EL Laberinto de la Verdad”, a lo largo de un año y medio, sufrió un cáncer voraz hasta el día que los médicos le dieron sólo treinta días de vida. El enfermo terminal se curó por medio de dos fármacos heterodoxos que son las soluciones de plata coloidal y la vaporización de Cannabis Indica.
La pandemia tendrá como resultado que algunos temas que tienen que ver con la salud humana y permanecen ocluidos por una cortina de silencio, se pondrán al descubierto ante millones de personas.
La pandemia traerá consigo una situación de la economía mundial que no podrá ser abordada por medio de las políticas tradicionales de matriz liberal o socialista y no habrá más remedio que recurrir a las propuestas que forman parte del Programa de la “Revolución del Amor” o “Revolución de la Armonía” que permanecen documentadas en los libros de Bernard Mong Tse. Algunas de estas propuestas han sido explicadas en varias publicaciones de “El Laberinto de la Verdad”.
Los elementos clave de esta revolución pacífica y amorosa que deberá tener carácter global son el Pacto Social en el plano de le economía y el Pacto por la Empatía en el plano de las conductas humanas.
El Pacto Social tendrá el objeto de crear un fondo dinerario público universal por medio de una ley que no excluirá ningún país y obligará a todos los patrimonios, superiores a una determinada cifra, a invertir una pequeña parte de sus activos financieros en bonos del mencionado fondo retribuidos a un interés simbólico. Este fondo dinerario, de gran dimensión, cumplirá la función de tener bien agarrado el mango de la sartén del capital en cualquier escenario.
Todas las personas tendrán derecho a adquirir bonos del fondo dinerario público universal cuya retribución será muy pequeña, pero su seguridad será máxima. Por medio de este instrumento dinerario se protegerá el ahorro y se forzará la legalización y la tributación de los patrimonios financieros domiciliados en paraísos fiscales y cuya cuantía nadie es capaz de calcular.
El Pacto por la Empatía irá encaminado a hacer hegemónica esta cualidad en todas las agrupaciones humanas con objeto de que las personas faltadas de la misma – y que ahora mismo dominan todos los centros relevantes de poder – puedan ser ayudadas para que se conviertan en seres humanos normales que tengan la posibilidad de hallar el sentido de su vida jugando con sus nietos o ayudando a un vecino que tiene un problema.
Los informativos de la televisión que se emiten en todos los países permiten contemplar la cultura de la empatía que tiene carácter hegemónico en los hospitales. Todas las personas sensibles rinden el justo homenaje a los profesionales de la sanidad que, en situaciones límite, se convierten en héroes e incluso en mártires con objeto de ayudar a sus semejantes.
La página de “El Laberinto de la Verdad” y el resto de páginas de Editorial Mong Tse dejarán de publicarse a partir del día de hoy. En el momento en que tenga lugar un cambio positivo en la correlación de fuerzas que rige la gran batalla que enfrenta el Centro Consciente del lado de la Luz y el Centro Consciente del lado de la Oscuridad lo cual haga posible nuestro trabajo, en plenitud de condiciones, procederemos a reemprender las publicaciones.
La escuela sagrada de China posee la experiencia de que, en los momentos decisivos, no hay más remedio que aprender una lección del lado de la oscuridad con objeto de seguir aprendiendo lecciones del lado de la luz. La situación tremenda que tiene lugar en el mundo permite aprender una lección no menos tremenda del lado de la oscuridad. Esta lección inesperada puede abrir la puerta a lecciones del lado de la luz que quizás tendrán carácter decisivo para hallar las soluciones que puedan permitir la liberación de la humanidad del sistema de poder que ejerce el dominio sobre ella desde hace muchos siglos.
Las personas que tienen creencias religiosas tienen la posibilidad de rezar en los momentos en que parece que la fuerza del mal se impone sin remedio. Las personas que no tienen creencias religiosas permanecen desconcertadas en estas situaciones.
Las Leyes Cósmicas de la Correspondencia y la Armonía no tienen su origen en ninguna creencia sino en la experiencia de hombres y mujeres que tenían la mente despierta y transmitieron este conocimiento, a unos pocos semejantes, por medio de una escuela sagrada.
Cualquier persona que tenga la mente mínimamente despierta puede entender que, en un momento de máxima incertidumbre, sea lícito invocar la acción de la Ley Cósmica de la Armonía que constituye la clave de un conocimiento, cien por cien experiencial, que existe sobre la Tierra desde antes de la aparición de las religiones.
La Ley Cósmica de la Armonía, para unos, constituirá un misterio y, para otros, será nada menos que el instrumento de la voluntad de Dios. Este detalle ahora mismo tiene carácter irrelevante. Lo único importante de esta ley cósmica es que es el único medio que puede salvar a la humanidad una vez más y así sucederá en un momento u otro.
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