El diálogo de Joan y Pierre: la Orden del Temple y la economía mundial
Extracto del diálogo que mantienen Joan y Pierre y que forma parte del capítulo 51 del libro titulado, “El Laberinto de la Verdad”. El diálogo lo inicia el primero de ellos.
– Date cuenta de que, en los últimos decenios del Siglo XIII, existió la posibilidad de cambiar el modelo de la economía por medio de la potencia singular del negocio de la financiación del comercio inventado por la Orden del Temple que hacía posible la formación del mayor de todos los capitales y se trataba de un capital ciento por ciento luminoso por el hecho que procedía del margen de operaciones comerciales que se regían por la ley del libre mercado.
– Entiendo muy bien que hubo un momento, de la historia de Europa, en que existieron dos modelos de la economía que eran distintos hasta el punto que uno de ellos se sustentaba en el lado luminoso del dinero y el otro modelo se sustentaba en su lado oscuro.
– Entiendo muy bien que los usureros no podían permanecer, con los brazos cruzados, frente al propósito de la Orden del Temple que podía suponer construir un modelo de la economía que no precisaría para nada de sus servicios financieros. Es obvio que los usureros poseían una capacidad de presión inmensa desde el momento que se mantenían agrupados por medio de sociedades secretas que tenía garantizada la cohesión en la medida que todos sus miembros habían cometido un crimen ritual abominable por el que podía ser encausados si perdían la protección de la sociedad secreta correspondiente.
– Exacto, estás descubriendo el hecho más importante de todos que fue el pulso tremendo que hubo entre la Orden del Temple y las sociedades secretas que agrupaban a los usureros judíos y a algunos burgueses cristianos más ricos que los demás y poseían una capacidad de presión inmensa.
– Supongo que llegó un momento en que la Orden del Temple no tuvo más remedio que desplazar a los usureros en la labor de financiar al hombre que tenía el máximo poder en Europa que era el Rey de Francia y el hombre que tenía el poder sobre su propia organización que era el Papa de Roma. Supongo que ésta es la manera de explicar el hecho de que la Orden del Temple prestara grandes sumas de dinero a uno y otro a pesar de que sabía que en las cortes de ambos personajes reinaba la corrupción.
– Has llegado a la misma conclusión a la que llegué yo en su momento.
– Supongo que, a partir del momento que la Orden del Temple se decidió a desplazar a los usureros en calidad de financiadores del Rey de Francia y el Papa de Roma, el gran maestre de la orden y sus consejeros no tuvieron más remedio que confiar en Dios pero también supongo que eran lo suficiente veteranos para prever que, en el tema del dinero, la batalla podía ser ganada por el Diablo que es lo que sucedió.
Add Comment