Su Tienda de libros para el despertar de la mente y la consciencia
Free Call +34 666269517
El diálogo de Joan y Pierre:   “buscad y encontraréis”

El diálogo de Joan y Pierre: “buscad y encontraréis”

Extracto del diálogo que mantienen Joan y Pierre y que  forma parte del capítulo 56 del Libro, El Laberinto de la Verdad.

El caballero templario fue el encargado de reemprender la conversación en el momento que la tarde de mayo empezaba a desvanecerse en serio y ya hacía un buen rato que los niños habían abandonado la playa reclamados por sus madres o los mayores de sus hermanos.  

                        –  Resulta muy sencillo explicar el magisterio de Jesucristo cuando se hace la hipótesis de que el mensaje del maestro que dice: “Buscad y encontraréis” tiene el sentido de que el hombre o la mujer que se deciden a buscar, de forma persistente, lo que encuentran es la manera de abrir los ojos un poco más cada año que transcurre.

                       –  Estoy de acuerdo en dar esta explicación al magisterio de Jesucristo.

                       –  Debo explicarte que los Caballeros Templarios no tenían ninguna duda acerca de esta explicación del mensaje de Jesucristo que reza: “Buscad y encontraréis”. Este mensaje sería la espina dorsal del magisterio del fundador de la Religión Cristiana que iría orientado a estimular el proceso de la apertura de los ojos al que tú llamas despertar de la mente. Ésta es la razón por la que el maestro culminaba los mensajes principales con la expresión que dice: “El que tenga ojos para ver que vea” o “el que tenga oídos para oír que oiga”.

                         –  Estoy de acuerdo con lo que has dicho en la medida que viví cuatro años y siete meses de mi vida bajo la protección de la Orden del Temple. A lo largo de aquellos años nadie explicitó este tema de la manera como lo has hecho tú pero es evidente que, cada año que transcurrió, alcancé un grado más elevado de despertar de la mente y lo mismo les sucedió a otros chicos que tenían el propósito de convertirse en caballeros templarios. Supongo que algunos de ellos lo conseguirían y otros no lo conseguirían.

                       –  Debes saber que el proyecto más importante en el que estaba ocupada la Orden del Temple en el inicio del Siglo XIV tenía que ver precisamente con los jóvenes que no conseguían ser armados caballeros pero habían abierto los ojos un poco más que el resto de sus semejantes.

                       –  ¿Cuál era el proyecto que tenía que ver con aquellos jóvenes?

                       –  El proyecto de la Orden del Temple era construir escuelas en todas las poblaciones importantes de Europa en las que hubieran aprendido a leer y a escribir todos los niños de la población al tiempo que también habrían aprendido las reglas de la aritmética y lo más importante de todo que es la comprensión auténtica del magisterio de Jesucristo al nivel que puede ser explicado a los niños. Los maestros de aquellas escuelas habrían sido los jóvenes aspirantes a ser armados caballeros templarios que no habían conseguido su propósito. Aquellos hombres, que no habían llegado a profesar el voto de castidad, habrían cobrado un sueldo todos los meses en su condición de maestros de escuela y habrían podido elegir a una chica y formar una familia al igual que el resto de los vecinos de la población. Aquellos hombres habrían vestido con dignidad y habrían llevado en el pecho un peto de color castaño claro con la cruz de la Orden del Temple, bordada en rojo, que los habría identificado como maestros de escuela. Aquellos hombres habrían tenido del deber de vivir de acuerdo con los principios de los Caballeros Templarios que conocían muy bien y si alguno de ellos se hubiera apartado de los principios, en los que había sido educado, habría perdido su empleo de maestro de escuela.

                       –  El proyecto de escolarizar a todos los niños, que vivían en las poblaciones importantes de Europa, no me cabe en la cabeza.

                       –  El proyecto de escolarizar a todos los niños, que vivían en las poblaciones importantes de Europa, era posible porque hubiera sido sostenido por medio del margen elevado que procedía del negocio de la financiación del comercio que tenía carácter de ahorro del reino. Debes saber que el proyecto se implementó, en plan experimental, en varias poblaciones del Reino de Aragón en el último decenio del Siglo XIII y funcionó muy bien.

                         –  Estoy de acuerdo en que la inversión más clara que podía hacerse del ahorro de los distintos reinos, que constituía un capital que tenía carácter cien por cien luminoso, era la escolarización de la población infantil de las poblaciones importantes de Europa, aunque ahora mismo no me cabe en la cabeza una sociedad en la que una minoría relevante de hombres y mujeres tuvieran la posibilidad de leer un libro, hacer una cuenta y enfocar su vida en torno del mensaje cristiano de la búsqueda de la verdad en la confianza de que el resultado de la búsqueda es un cambio de la mente que puede acarrear al sujeto un grado superior de realización en la vida.

En aquel momento apareció la madre de familia de la casa donde estaban alojados que llevaba consigo una lámpara de aceite muy curiosa que había sido construida por medio de un armazón de hierro que tenía forma de cilindro y disponía de una decena de aberturas que estaban cerrados por caparazones de navajas de mar muy bien pulimentados que transmitían una luz muy agradable. La mujer depositó la lámpara sobre la mesa al tiempo que explicaba a los dos huéspedes que, cuando lo decidieran, podrían ir a hacer sus necesidades a un lugar de la playa que estuviera un poco alejado de las barcas varadas en la arena y luego regresaran a la casa lo cual era sencillo a cualquier hora en la medida que la puerta sólo estaba protegida por una red de pesca. La mujer añadió, en tono de ironía, que en las casas de los pescadores no había nada que pudiera interesar a los ladrones y, por esta razón, no era preciso que dispusieran de puertas de madera dotadas de cerradura.

Los dos amigos prosiguieron la conversación a la luz de la lámpara que desprendía una luz opalina que se hizo más agradable en el momento que la tarde de mayo se desvaneció de forma definitiva. El primero en tomar la palabra fue Joan.

                       –  Los Caballeros Templarios empleaban una pedagogía muy buena que consistía en que uno de ellos leía despacio unas cuantas páginas de uno de los cuatro evangelios mientras todos los demás permanecían en silencio en el salón de la torre presidido por el fuego que ardía en el hogar. En la lectura jamás se añadían los comentarios de los Padres de la Iglesia por el hecho de que todos sabíamos que aquellos hombres tenían los ojos cerrados al igual que los escribas y los fariseos con los que tuvo que batallar el maestro y las ocurrencias, de unos y otros, tenían carácter irrelevante. Debo explicarte que me acostumbré a entender los textos de los evangelios a pesar de que mi conocimiento del latín era deficiente. Incluso me sucede que recuerdo, de memoria en latín, algunos de los pasajes más importantes.

                       –  Tuve la ocasión de asistir a bastantes sesiones de lectura de los evangelios en los salones de las torres de la Orden del Temple en los que residí a lo largo de cuatro años y siete meses. Me acuerdo que aquellas sesiones tenían lugar a lo largo de los meses del otoño y el invierno cuando los días son muy cortos y las horas de oscuridad se hacen interminables y sólo pueden romperse por medio de la manifestación de la luz del conocimiento. Estoy de acuerdo en que aquel método de estudio, inventado por los Caballeros Templarios, era muy bueno.

                       –  Debes acordarte que muchas veces sucede que cuando se escucha, por segunda vez, una lección del maestro se descubre algo que había pasado desapercibido la primera vez. Esto sucede porque Jesucristo usó una pedagogía que había sido inventada por los profetas del Antiguo Testamento. Los Caballeros Templarios a esta pedagogía le daban el nombre de hallar perlas escondidas en medio de la paja. Sucede que la perla jamás aparece la primera vez que se accede a la enseñanza del maestro pero hay un día en que se revela como un fogonazo inmenso de conocimiento que puede dejar a un hombre anonadado a lo largo de muchas horas.

                       –  Ponme un ejemplo de un fogonazo inmenso de conocimiento que surge de una perla escondida en medio de la paja de una página del evangelio.

                        –  Debes recordar un pasaje en el que un joven se acerca a Jesús y le dice que ha tomado la decisión de convertirse en un discípulo más del maestro itinerante pero le pide que, antes de seguirlo, le permita enterrar a su padre que acaba de morir. La respuesta del maestro es de una brutalidad extrema lo cual resulta incomprensible a cualquier persona que no ha empezado a abrir los ojos. Supongo que la recuerdas.

                       –  Creo recordar que la respuesta del maestro es: “Dejad que los muertos entierren a sus muertos”.

                        –  Exacto, ésta fue la respuesta de Jesús una vez había demostrado ser el maestro del amor y la compasión. ¿Cómo se explica la brutalidad del maestro del amor y la compasión con el aspirante a ser su discípulo que le pide nada menos que le permita enterrar a su padre que acaba de morir?

                       –  Supongo que la lectura correcta de la expresión de Jesucristo debe ser: “Dejad que los hombres que tienen la mente dormida entierren a los hombres que tienen la mente dormida”.

                       –  Exacto, la lectura correcta de la frase de Jesucristo sólo puede ser: “Dejad que los hombres que tienen los ojos cerrados entierren a los hombres que tienen los ojos cerrados.”

                        –  Debemos suponer que la brutalidad de la respuesta de Jesús tuvo la virtud de despertar la mente del aspirante a convertirse en su discípulo. Debemos suponer que, una vez hubo conseguido su objetivo, el maestro del amor y la compasión estuvo al lado de su nuevo discípulo en la ceremonia del funeral de su padre con el brazo amoroso dispuesto sobre sus espaldas.

                         –  Exacto, ésta es la suposición más probable que debe hacerse de la página del evangelio que resulta incomprensible a los hombres y mujeres que tienen los ojos cerrados.

Add Comment