Aportes del Centro Consciente de la Luz a la evolución de la humanidad
El proceso evolutivo de la humanidad ha sido conducido por medio de iniciativas que sólo podían proceder del Centro Consciente del lado de la Luz. Estas iniciativas se han manifestado en la Tierra a través de las escuelas sagradas.
Las cosas sucedieron, de forma parecida, en las distintas civilizaciones. En todas ellas las iniciativas que procedían de las escuelas sagradas debieron enfrentarse con los obstáculos que procedían del Centro Consciente del lado de la Oscuridad que se ha manifestado por medio del entramado de las sociedades secretas que han mantenido el control sobre los centros del poder real, en todas partes, desde las épocas en que se desarrolló la Revolución Neolítica en las cuencas del Río Nilo y los grandes ríos de Asía.
Las escuelas sagradas han vertebrado el lado luminoso de las grandes religiones de la humanidad y también han influido los procesos históricos protagonizados por movimientos de carácter humanista ajenos a las religiones. Estos fenómenos han tenido lugar en todas las civilizaciones en un grado menor o mayor.
La Civilización Occidental muestra la paradoja de que algunos aspectos esenciales del magisterio de Jesucristo dieron vida al humanismo secular que no tuvo más remedio que enfrentarse a los poderes religiosos que permanecían cegados por uno más de los cuernos del Diablo que fue el oscurantismo.
Este hecho histórico es tan evidente que incluso fue reconocido por una resolución, bastante clara, del último concilio que celebró la Iglesia Católica aunque la resolución fue secuestrada por los herederos de los oscurantistas hasta el punto de que ha sido olvidada por completo. Este detalle muestra, mejor que otros, la involución irreversible que ha tenido lugar en la iglesia que agrupa a la mitad de los cristianos.
Existe un humanismo contemporáneo que tiene un carácter bastante general. Este humanismo posee raíces muy diversas, pero tiene la virtud de agrupar las voluntades de las personas que precisan colocar los derechos y también los deberes de los seres humanos por encima de todo.
El humanismo del que estamos hablando se sostiene en la experiencia continuada, acerca del servicio y la empatía, que ha constituido el hilo conductor del aprendizaje que han llevado a cabo las escuelas sagradas, a lo largo de los siglos, y ha dado lugar a múltiples iniciativas que han afectado al conjunto de la humanidad.
El humanismo del que estamos hablando ha generado una cultura que impregna la sociedad contemporánea en un grado mayor o menor y tiene, como resultado, el hecho de que la mayoría de seres humanos se rijan por el principio del respeto a sus semejantes a pesar de que todavía tengan la mente muy dormida pero se hayan acostumbrado a dirigir una sonrisa ritual al vecino de la escalera o el conductor del autobús. Este fenómeno evolutivo irreversible puede ser observado en todas las naciones del mundo y permite poner en su lugar a los profetas de la involución.
En el mundo del Siglo XXI existen diversos experimentos que se sostienen en ideologías de extrema derecha y extrema izquierda que siguen cultivando la intransigencia y el desprecio por la experiencia de las personas que piensan de otra manera.
Es demostrable que detrás de estos experimentos están las sociedades secretas lo cual da lugar a paradojas difíciles de comprender. Por ejemplo la ideología extrema del comunismo, que trae consigo que en las escuelas de enseñanza secundaria aparezca un profesor que demuestra la inexistencia de Dios, resulta ser, en realidad, un montaje político que tiene detrás nada menos que el lado oscuro de una religión de origen africano que se sostiene en ritos que demuestran tener gran eficacia, tanto en la canalización de los flujos del dinero, como en la protección de los colectivos que sostienen los sistemas de poder que se sostienen en ideologías extremas.
La paradoja puede llegar hasta el extremo de que el profesor de filosofía marxista que de día demuestra la inexistencia de Dios, en una escuela secundaria, sea de noche sacerdote de la religión de origen africano que posee ritos eficaces en la protección de los colectivos que sostienen los sistemas de poder que, sobre el papel, se basan en ideologías extremas. Por supuesto que el profesor de filosofía marxista no tiene porque creer en la existencia de Dios, pero tiene fe absoluta en la eficacia de los ritos que celebra en calidad de sacerdote clandestino.
Los experimentos, de extrema izquierda y extrema derecha, tienen la posibilidad de confundir a unos cuantos millones de semejantes y acarrear sufrimientos a otros tantos millones de ellos en los lugares concretos en que han sido implementados. Pero es obligado añadir que ninguno de estos experimentos ha logrado generalizarse hasta el punto de convertirse en un peligro, de carácter general, tal como sucedió en el Siglo XX que contempló los personajes de Hitler y Stalin.
Existen algunos ámbitos del conocimiento en los que puede contemplarse la confrontación entre las escuelas sagradas y las sociedades secretas. Esta confrontación se mantiene viva y su historia se pierde en la noche de los tiempos en todas las civilizaciones. Para demostrar esta afirmación elegiremos la simbología que es un tema que tiene mucha más importante de lo que puede suponerse en la medida que los símbolos cumplen la función de vertebrar las mentes de los seres humanos, de una forma correcta o incorrecta, con independencia del grado de despertar que estos hayan alcanzado.
Las publicaciones de El Laberinto de la Verdad reproducen múltiples expresiones del símbolo del mandala que es el código sagrado de la humanidad. Invitamos a los seguidores de nuestra página a repasar la colección de mandalas que está cerca de sobrepasar la cifra de cien.
A continuación invitamos a las personas, que sienten más curiosidad por el tema de la simbología, a contemplar los mandalas más sencillos que se expresan por medio de la trama de los tallos de mimbrera que conforman el fondo de un canasto o por medio de la trama y la urdimbre, de lana, que dan lugar a una alfombra.
Las personas que comprenden el significado de diseño del fondo de un canasto, están en condiciones de comprender los relatos que forman parte de los libros de Bernard Mong Tse y explican como las escuelas sagradas lograron que las mentes de la mayoría de los seres humanos se vertebraran, de forma correcta, por medio del lenguaje que se sostiene en los símbolos correctos que son el fruto de aplicaciones prácticas.
El símbolo del mandala puede ser considerado el código sagrado de la humanidad por el hecho de que expresa la cosmovisión correcta por medio del más sencillo de los procedimientos. El código sagrado muestra el Cielo arriba, la Tierra abajo, el mundo del lado de la Luz a un lado y el mundo del lado de la Oscuridad al otro lado.
El libro de Bernard Mong Tse que se titula “El Laberinto de la Verdad”, y tiene más de mil cien páginas, describe el experimento que hace un padre de familia con su hija que ha cumplido siete años y consiste en contemplar el amanecer de una fría mañana de invierno. La mujer, que era la niña de siete años el día del experimento, explica que no olvidará jamás el momento que, cogida de la mano de su padre, contempló una nube iluminada por los primeros rayos del sol naciente, escondido, en el lado este del horizonte mientras el lado oeste se mantenía negro como el carbón. En aquel momento su padre le explicó que arriba está el Cielo, abajo está la Tierra, en uno de los lados está la luz y en el otro lado está la oscuridad.
Hay una minoría de personas que comprenden que el ser humano es un canal abierto entre el Cielo y la Tierra y tiene la posibilidad de armonizar el impulso del espíritu y el impulso de la materia, junto con las influencias del lado de la luz y las influencias del lado de la oscuridad que proceden tanto del macrocosmos ilimitado que tiene fuera como del microcosmos íntimo que lleva dentro.
La gran mayoría de seres humanos no tienen ninguna posibilidad de comprender esta afirmación pero hay algo dentro de ellos que les dice que puede ser verdad. Esto sucede por el hecho de que su mente se ha estructurado por medio de un procedimiento tan sencillo como es el de contemplar la coherencia extrema que tiene el fondo de un canasto que ha sido construido con tallos de mimbrera o fibras de cáñamo, esparto o cualquier otro material, de este tipo, de los varios que aparecen en los diversos rincones de la Tierra.
Cuando se contempla el conjunto de mandalas que han sido incorporados a la página del Laberinto de la Verdad puede adivinarse que ha existido una batalla en torno del símbolo sagrado o código sagrado de la humanidad que fue resuelta, de una forma positiva, por medio de las diversas expresiones de la artesanía tales como son la cestería, la cerámica, los alicatados, la ebanistería, la forja, la orfebrería, el género de punto, el bordado, etc.
El hecho de que el mandala sea el código sagrado de la humanidad puede ser contemplado como el resultado del triunfo de la Ley Cósmica de la Armonía que tuvo lugar en épocas remotas de todas las civilizaciones humanas. Es difícil hallar otra explicación al hecho de que los fondos de los canastos sean muy parecidos en todas las culturas humanas.
El Centro Consciente del lado de la Oscuridad ha basado su estrategia en la construcción del entramado de las sociedades secretas que han controlado los centros de poder en todas partes. Desde los centros de poder se han desarrollado los cuernos del Diablo que han cumplido la función de retroalimentarse entre ellos. Por este procedimiento se ha absorbido la energía mental que canalizaron miles de millones de seres humanos en todos los continentes.
Conviene explicar, en este momento, que la experiencia del servicio y la empatía ha dado lugar al concepto de la luz mientras la experiencia del poder y el dominio, sobre el prójimo, ha dado lugar al concepto de la oscuridad. Alguien podrá pensar que esta afirmación es demasiado simple. Lo cierto es que esta afirmación no tiene nada de simple ya que explica unos hechos que se han desarrollado en todas las civilizaciones a lo largo de los siglos y los milenios.
Las sociedades secretas, que tienen el dominio sobre los centros de poder, agrupan a individuos que están dotados de una mente muy despierta y han sido capaces de completar un proceso de iniciación que los ha convertido en seres extremadamente fríos y malvados. Estos individuos tienen escasa o nula visibilidad en la mayoría de los casos.
Los guerreros del lado de la oscuridad que tienen escasa o nula visibilidad son expertos en la celebración de los ritos secretos que aseguran la construcción y el mantenimiento de los centros de poder que son realmente importantes porque permiten controlar todos los demás.
En la larga lista de los centros de poder, controlados por las sociedades secretas, no conviene olvidar a los centros de poder religioso que se consideran administradores de la salvación lo cual da lugar a otra de las grandes paradojas de la humanidad.
Los historiadores que tienen la mente más despierta se han percatado de que los protagonistas reales de la historia no fueron los poseedores del poder formal, sino otros individuos que estuvieron detrás de los primeros y tuvieron la habilidad de manejar lo que se denomina los hilos del poder.
Hay ejemplos muy claros de la historia que permiten descubrir quienes fueron los individuos, dotados de gran capacidad de intriga, que lograron manejar los hilos de la corte de un autócrata, con la máxima eficacia, hasta el punto de que asistieron a la caída del personaje y prosiguieron la tarea de manejar los hilos de la nueva corte que estaría formada por hombres muy distintos a los que formaban parte de la corte del autócrata desaparecido.
Hay una forma sencilla de identificar a los intrigantes incombustibles porque todos ellos se hicieron muy ricos. Este detalle es el que no falla nunca a la hora de identificar a los individuos que vivieron arrimados a las sociedades secretas que encuadraron a otros individuos que no tuvieron ninguna visibilidad y fueron los dueños reales del poder.
Estos últimos individuos eran los dueños reales del poder por la única razón de que habían conseguido entregar el alma a Lucifer a cambio de conseguir una plaza en el Infierno verdadero que es un centro de poder, de carácter cósmico, y no tiene nada que ver con el infierno de los catecismos que no es otra cosa más que un engaño malicioso que permitió al poder religioso mantener el dominio sobre la población ignorante a lo largo de muchos siglos.
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