Algunas nociones sobre la ciencia sagrada y la ciencia empírica
Extracto del diálogo que mantienen Ismael y Joan, y que forma parte del capítulo 163 del libro, “El Laberinto de la Verdad”.
El diálogo lo inicia el caballero templario exiliado en el Reino de Granada.
– Debo explicarte que Pierre tenía la impresión de que San Bernardo se había equivocado cuando declaró que las ciencias profanas tienen poco valor y las ciencias sagradas tienen el máximo valor. Pierre tenía la impresión de que este razonamiento es peligroso porque pone la fe por encima de la razón y puede dar lugar al fanatismo.
– Te dije en otra ocasión que tengo una confianza inmensa en el desarrollo de la ciencia empírica porque se sostiene en el único método de conocimiento que tiene carácter racional y objetivo por el hecho de que exige la elección de varios observadores independientes y también exige que cada uno de ellos lleve a cabo la acción de desechar el error por medio de la prueba y, por fin, el resultado de su trabajo pueda ser contrastado por medio del resultado obtenido por otro observador – respondió Ismael.
– Entendí muy bien el concepto de la ciencia empírica el día que me explicaste lo que había hecho el alquimista persa para averiguar la fórmula de la pólvora que los chinos habían mantenido en secreto a lo largo de varios siglos.
– Una vez hemos dejado claro que el único método de conocimiento que no tiene carácter subjetivo es el que surge del desarrollo de la ciencia empírica, no hay más remedio que añadir que esta ciencia debe estar subordinada a la ciencia sagrada que también se sostiene en el método empírico nada menos que en el ámbito del proceso de acercamiento a Dios que tienen el deber de hacer todos los seres humanos.
– Tengo el convencimiento de que la ciencia sagrada es la más exacta de todas las ciencias porque además de sostenerse en el método empírico también se sostiene en las reglas de las matemáticas. La prueba de lo que digo está en la discusión que hemos hecho antes que ha tenido como objeto la simbología sagrada que constituye la expresión más clara de una manifestación de la Ley Cósmica de la Armonía.
– Estoy de acuerdo en que existe un concepto de ciencia sagrada que también se sostiene en el método empírico y está por encima del resto de las ciencias. Tengo claro que la simbología sagrada es una rama de esta ciencia que tiene el objeto de conseguir que las mentes de los seres humanos permanezcan en el estado del equilibrio o la armonía que es el único que permite acercarse al conocimiento.
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