La coherencia, cualidad esencial de la Escuela Sagrada de China
El conocimiento que transmite mi maestro, entroncado en la escuela sagrada de China, tiene como cualidad principal la coherencia inmensa. Este hecho es tan asombroso que, a veces, pienso que tanto la aparición de este hombre en mi vida como las cosas, que he aprendido de él, forman parte del mundo de los sueños que son ajenos a la realidad.
Lo cierto es que el conocimiento que procede de la escuela sagrada de China es el más real de todos los sistemas de conocimiento a los que he tenido acceso. Esto es así por el hecho de que resuelve, por un procedimiento práctico, las contradicciones que no han logrado resolver nunca tanto el pensamiento académico de Occidente como las doctrinas de las iglesias cristianas.
En Occidente existen tradiciones esotéricas que transmiten destellos de conocimiento que se acercan a los que son propios de la escuela sagrada de China, pero están muy lejos de haber alcanzado el grado de coherencia inmensa que tienen todas las cosas que he escuchado de los labios de mi maestro.
Es posible que en Occidente exista un sistema de conocimiento que posea una coherencia comparable al que es propio de la escuela sagrada de China, pero yo no haya tenido la oportunidad de toparme con él.
Por medio de excursiones a las librerías, en las que pueden hallarse los textos más raros de todos, he tenido acceso a algunos destellos del conocimiento que procede del Antiguo Egipto y que, al parecer, está en el origen de los secretos de los alquimistas medievales y se adivinan vagamente cuando se leen los libros que han sido publicados por los estudiosos de este tema.
Por medio de una excursión a la más rara de las librerías supe de la existencia de la “Tradición de los Justos” que, al parecer, tiene su origen en los discípulos del patriarca Job que seguramente fue contemporáneo de Moisés. Al parecer la “Tradición de los Justos” habría vertebrado el lado luminoso de la Religión Judía y quizás también habría cumplido este cometido en relación a la Religión Cristiana y la Religión del Islam que no serían más que ramas de una religión única que es muy distinta de las religiones de Asia aunque todas ellas son piezas igual de importantes del Plan de Dios.
Al parecer la “Tradición de los Justos” está en el origen de la Cábala. Este hecho ha confundido a algunos estudiosos que han afirmado que esta misteriosa disciplina, que floreció en la Edad Media, tuvo su nacimiento en la época del Rey Salomón.
Puede hacerse la hipótesis que tanto la Cábala como la Orden del Temple fueran expresiones públicas de la escuela sagrada de Occidente que jamás tuvo ninguna visibilidad al igual como tampoco la tuvo la escuela sagrada de China.
Debo admitir que, hasta este momento, nada de lo que he hallado en las librerías raras posee, ni de lejos, la coherencia del sistema de conocimiento que procede de la escuela sagrada de China que además tiene la virtud de que puede ser explicado a una persona que sólo posea estudios primarios.
Ahora mismo sucede que tanto la filosofía racionalista como la doctrina católica sólo resultan convincentes a personas que tienen la mente profundamente dormida. Por supuesto que también hay muchos cínicos que no tienen la mente dormida y muestran su acuerdo farisaico con estos conceptos porque les conviene para su carrera profesional. El problema principal, ahora mismo, está en los cínicos que son legión tanto en el mundo académico como en la jerarquía de la Iglesia.
Los cínicos no buscan la verdad sino que persiguen el poder. Por esta razón se arriman a las sociedades secretas donde puede suceder que se sientan, uno al lado del otro, un teórico del relativismo, que escribe libros de éxito, con un jerarca católico que tiene la pasión de demonizar los preservativos. Lo único que tienen en común ambos personajes es la pasión por el ejercicio del poder como la forma de afrontar el miedo que llevan dentro.
Es posible contemplar, en diversas páginas de Internet, a un porcentaje relevante de la población joven que, una vez ha cortado el amarre con la filosofía racionalista y la doctrina religiosa, permanece condenado a una ceremonia de la confusión que no tiene límites.
La ceremonia de la confusión incluye creencias delirantes como la que atribuye el origen de la humanidad a una iniciativa de unos supuestos extra-terrestres y la que contempla su liberación por medio de otra iniciativa de seres que habitan en otras galaxias.
En esta situación caótica, a la que se enfrentan todos los buscadores de la verdad, parece urgente empezar a divulgar el conocimiento, extremadamente coherente, que es propio de la escuela sagrada de China y es el único que puede explicar, por un procedimiento racional, muchas cosas para las que la filosofía racionalista y la doctrina religiosa no tienen explicación.
Ejemplos muy distintos de estas cosas serían la eficacia misteriosa de los ritos de magia, las desapariciones inexplicables de seres humanos, los hallazgos arqueológicos no menos inexplicables y los fenómenos vidriosos de los viajes astrales y los objetos voladores no identificados.
Desde el momento que nadie aporta una explicación racional acerca de estos fenómenos sucede que son negados por los intelectuales de mente dormida mientras dan lugar a teorías delirantes y faltadas de credibilidad cuando son abordados por estudiosos que tienen la mente despierta pero desconocen la cosmovisión, de orden superior, que es patrimonio de las escuelas sagradas.
Ahora mismo es imposible divulgar el conocimiento que procede de la escuela sagrada de China porque la correlación de fuerzas que contemplamos, en el seno de la confrontación, de dimensión cósmica, que mantienen el centro consciente del lado de la luz y el centro consciente del lado de la oscuridad, todavía es favorable a este último hasta el punto de no permitir que se divulgue ningún destello relevante de la verdad.
Mi maestro tiene el convencimiento de que la posibilidad de empezar a divulgar algún destello relevante de la verdad se abrirá camino en un momento cercano al año 2020 lo cual significará el inicio del período del cambio de paradigma que deberá ocupar el tiempo que se corresponde a una generación o quizás a dos generaciones.
Ahora mismo sólo tengo la posibilidad de compartir conmigo mismo el conocimiento que es propio de la escuela sagrada de China con objeto de tener la máxima claridad mental acerca de él lo cual no es una cosa sencilla.
Entiendo que tengo escrita en el Cielo la labor de hacer mía la cosmovisión que me ha transmitido mi maestro con objeto de divulgarla por medio del largo relato novelado que escribo en las horas de ocio.
El proceso evolutivo de la humanidad ha avanzado, con extrema lentitud, a lo largo de los siglos y los milenios. Al parecer en el Siglo XXI tendrá lugar un salto de calidad en este proceso y las personas, de mi generación, tendremos la posibilidad de contemplar este hecho novedoso en el caso de que logremos vivir muchos años manteniendo la mente cuerda tal como les sucedió al patriarca Job y a José de Calasanz.
La ceremonia de la confusión que alcanza a todos los buscadores de la verdad también afecta a la figura de Jesucristo. Sin embargo la mayoría de estos buscadores contemplan, con gran respeto, al hombre que puede ser considerado el maestro más elevado de la historia de la humanidad y el único líder que puede encabezar su liberación del sistema de poder que mantiene el dominio, sobre ella, desde hace siglos y milenios.
Add Comment