El origen de los ritos sagrados y los ritos oscuros
Mi maestro explica que las tribus que poblaban el valle del río Amarillo hace una docena de miles de años desarrollaron las experiencias de los ritos religiosos del lado del Yang (lado de la luz) y el lado de Yin (lado de la oscuridad).
Mi maestro había sido profesor de antropología cultural antes de descubrir su vocación definitiva y tiene la posibilidad de imaginar escenarios, de la antigüedad remota, que seguramente están cerca de la verdad.
Los ritos del lado de la luz permitieron desarrollar la experiencia de conseguir el éxito en las labores de recolección de frutas, legumbres y hortalizas silvestres y sobre todo en la caza y la pesca y mantenían carácter público ya que toda la tribu participaba en ellos.
Los ritos del lado de la oscuridad permitieron desarrollar la experiencia del poder y sólo los conocía el líder de la tribu. Este hombre enseñaba estos ritos a un único joven de la tribu que sería su sucesor.
Hay que precisar que en las tribus de recolectores y cazadores la única fuerte de poder era la energía mental que permitía a un hombre ejercer el dominio sobre sus semejantes. En el momento que se consiguió estabular animales la fuerte del poder se extendió a la propiedad sobre el rebaño y, cuando apareció la agricultura, se extendió a la propiedad sobre la tierra.
En la época que se desarrolló la agricultura a una cierta escala, como resultado del invento del arado, sucedió que los ritos religiosos, del lado de la luz, cobraron gran importancia. En la escala de las familias los ritos solicitaban la protección de los antepasados que habían obtenido las mejores cosechas. En la escala de la tribu apareció el colectivo de todos los antepasados venerados. Este colectivo de antepasados especiales fue erigido en protector de la tribu.
Mientras tanto los ritos religiosos, del lado de la oscuridad, se mantenían en secreto y sólo accedían a ellos los hombres que ejercían el poder sobre las tribus convertidas en sociedades rurales asentadas.
En la época que se crearon los primeros reinos sucedió que al conjunto de colectivos espirituales protectores de las tribus se le dio el nombre del Cielo. En esta época los ritos, del lado de la luz, adquirieron carácter oficial y se inició la costumbre de celebrarlos, con la máxima solemnidad, dos veces al año con objeto de pedir al Cielo la abundancia de las cosechas y agradecer la ayuda recibida con independencia de la magnitud de la cosecha.
En paralelo al desarrollo de los ritos, del lado de la luz, que eran celebrados con la máxima solemnidad, tuvo lugar el desarrollo del oráculo que se obtenía por medio del caparazón de una tortuga cuando era atravesado por un clavo de bronce que había sido puesto al rojo vivo. La forma de las estrías que se producían, en el caparazón de la tortuga, plasmaba un mensaje del Cielo que sólo conocerían el príncipe y el grupo de altos funcionarios que lo asistían en la administración del reino.
Al parecer la práctica del oráculo permitió perfeccionar los ritos, del lado de la luz, hasta el punto de darles gran eficacia en la función de conseguir la protección del Cielo en el tema más importante de todos que eran las cosechas de trigo y demás cereales que serían almacenados en graneros públicos y constituirían el tesoro del reino.
Mientras tanto los ritos, del lado de la oscuridad, fueron mantenidos en riguroso secreto por grupos muy reducidos de hombres que también tenían carácter secreto. Estos ritos seguían teniendo el objeto del ejercicio del poder o incluso de la conquista del poder para alguien que no lo tenía y lo ambicionaba.
Mi maestro tiene el convencimiento de que el conocimiento verdadero de la humanidad arranca de la experiencia de los ritos que permite comprobar que existe una relación entre la materia y el espíritu que se rige por la Ley Cósmica de la Correspondencia y seguramente se sostiene en las reglas de las matemáticas. Parece claro que el término más correcto para identificar este conocimiento es el de materialismo espiritual que cumple la función de trascender los conceptos del materialismo y el espiritualismo que ambos forman parte del ámbito de la mente dormida.
Hay un elemento que es propio de la Civilización China y tiene que ver con el poder. Me refiero al invento de los sistemas de exámenes que permitían seleccionar a los funcionarios que administraban el reino. El sistema de exámenes se iniciaba en el distrito rural, proseguía en la provincia y culminaba en la selección de los funcionarios que administraban el estado y, por fin, en los altos dignatarios que constituían el consejo de gobierno que presidía el príncipe.
Al parecer el modelo del sistema de exámenes se desarrolló en unos pocos reinos mientras la mayoría de ellos se mantenían sometidos al sistema feudal e incluso se dio el caso de la coexistencia de los dos sistemas. Es difícil obtener información precisa acerca de las cosas que sucedían en una época en la que ya habían aparecido los caligramas que expresaban conceptos, pero todavía no se había desarrollado la escritura ideográfica que permitiera escribir una crónica.
Mi maestro tiene el convencimiento de que el sistema feudal constituía una expresión muy clara del lado del Yin de la energía por el hecho de que resultaba muy sencillo a las sociedades secretas ejercer un control férreo sobre los titulares de los grandes feudos que determinaban la política del reino.
Mi maestro contempla como una manifestación muy potente, del lado del Yang de la energía, el sistema de exámenes que hacía posible que el hijo de un herrero o un tejedor pudiera alcanzar la condición de alto dignatario del estado, siempre que esta posibilidad estuviera escrita en su destino y el chico primero y luego el hombre adulto fuera capaz de desarrollar la fuerza de voluntad y la perseverancia hasta un grado difícil de imaginar.
Mi maestro piensa que tuvieron lugar batallas políticas tremendas entre los guerreros del lado del Yang y los guerreros del lado del Yin que formaban parte del consejo de gobierno que presidía el príncipe del reino y más tarde el emperador al que le sería otorgado el título de Hijo del Cielo.
Es probable que mi maestro esté en lo cierto y la decisión de construir el gran canal que cruzaría el país desde el norte, productor de trigo, hasta el centro, productor de arroz, con objeto de hacer posible el intercambio de los cereales y otras mercancías estratégicas fuera resultado de una batalla política colosal, en la cúpula del estado, hasta que, por fin, se manifestara la Ley Cósmica de la Armonía y el resultado fuera que el Imperio del Centro alimentara a cien millones de seres humanos que constituían la mitad de la población del mundo y dieran lugar al mercado interior fabuloso que permitiría hacer todos los inventos del mundo antiguo.
La Civilización China posee un elemento específico que es la existencia de un lado luminoso y un lado oscuro de la experiencia del poder, mientras que en otras civilizaciones esta experiencia es cien por cien oscura lo cual afectaría incluso a los centros del poder religioso.
En el caso de la Europa Cristiana es sencillo hacer la hipótesis de que las sociedades secretas, que agrupaban a los usureros judíos y a algunos burgueses bautizados que podían ser incluso más ricos que los usureros, fueran las auténticas dueñas de los distintos reinos incluso del que tenía al Papa de Roma como rey y disponía del instrumento terrible de los tribunales de la Santa Inquisición Pontificia.
La experiencia del lado luminoso del poder permitiría, a los letrados confucianos, concebir el modelo de estado sometido a las leyes del Cielo, pero independiente de cualquier credo religioso que sólo podría tener carácter privado. Al parecer este modelo de estado influyó la constitución de los Estados Unidos en la época en que algunos ilustrados accedieron al pensamiento de los letrados confucianos por medio de las traducciones hechas por los jesuitas.
Parece claro que el concepto del estado sometido a las leyes de Dios, pero independiente de los poderes religiosos y los grupos anti-religiosos de todos los tipos, forma parte del ámbito de la mente despierta. Supongo que éste modelo expresaría el concepto definitivo de la laicidad que está en proceso de perfeccionamiento constante. Si las cosas son así significa que tanto el concepto del estado confesional como el del estado laico vigente forman parte del ámbito de la mente dormida.
No me atrevería a defender esta tesis en ningún foro de personas ilustradas. Sin embargo he alcanzado suficiente experiencia de la vida para tener el convencimiento de que, en el largo plazo, las cosas deberán ser así porque no podrán ser de ninguna otra manera.
También tengo el convencimiento de que las cosas que ahora mismo no pueden ser compartidas con casi nadie algún día podrán ser estudiadas por medio del método científico de conocimiento y este día no puede estar muy lejano.
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