Su Tienda de libros para el despertar de la mente y la consciencia
Free Call +34 666269517
El mito del guerrero

El mito del guerrero

Mi maestro afirma que el mito del guerrero es el más importante de todos los mitos que ha construido la humanidad.

El guerrero es un hombre o una mujer que ha alcanzado el estado de la mente despierta sin sucumbir a un trastorno de personalidad. Esta proeza ha sido el resultado de que ha vivido una experiencia que le ha permitido acercarse, de forma irreversible, a la comprensión de los conceptos auténticos de la fe, la cordura y la conciencia hasta el punto de tener la certeza de que son inseparables.

Es sencillo definir el concepto del guerrero en cuatro líneas. Después de hacerlo hay que reconocer que es difícil que un hombre o una mujer consigan desarrollar la psicología del guerrero impecable en la medida que ello exige poseer la experiencia de la fe, la cordura y la conciencia hasta el punto de descubrir que estos conceptos existen unidos o no existen.

El mito del guerrero surge de la experiencia de las escuelas sagradas que constituyen una pieza clave del Plan de Dios y, por esta razón se han encargado de vertebrar el lado luminoso de las civilizaciones y las grandes religiones de la humanidad sin tener ninguna visibilidad por lo que han pasado desapercibidas a los estudiosos y a los historiadores.

El hombre o la mujer que tienen el propósito de ser guerreros deben seguir el proceso de iniciación que es propio de las escuelas sagradas. Al margen de estos procesos de iniciación es imposible que nadie alcance la condición de guerrero impecable.

Sólo las personas persistentes tienen la posibilidad de hallar un camino que los llevará a conocer un grupo discreto de semejantes que mantienen vivo el testimonio de una escuela sagrada y el proceso de iniciación correspondiente. El nombre del grupo discreto es irrelevante, lo que importa es que haya demostrado que es serio y mantenga el testimonio de una escuela sagrada.

Los grupos discretos que permanecen entroncados con las escuelas sagradas se caracterizan por poseer tres características: La búsqueda del conocimiento verdadero, el respeto a las creencias religiosas o la ausencia de creencias de cada uno de sus miembros a los que sólo se les exige confianza en la protección de la Providencia y espíritu de servicio al prójimo en temas de tipo práctico.

Supongo que los grupos discretos, entroncados con las escuelas sagradas, existen en la mayoría de las ciudades del mundo. Lo cierto es que cuando una persona está preparada para hallar al maestro, aparece éste en el lugar más insospechado tal como me sucedió a mí en Pekín. Esta regla, al parecer, no falla nunca.

Los procesos de iniciación, propios de las escuelas sagradas, son muy duros y sólo están al alcance de los seres humanos que han desarrollado los valores de la voluntad y la perseverancia por medio de su experiencia de la vida en calidad de padres o madres de familia amorosos y profesionales, de primera fila, sea cual sea el sector de actividad en el que se desenvuelven y sea cual sea el peldaño de la escala social que ocupan.

En el primer decenio del Siglo XXI hay bastantes jóvenes, de ambos sexos, que tienen escrita en el Cielo la posibilidad de convertirse en guerreros lo cual significa que hallarán el camino que les permitirá alcanzar su propósito. Tengo edad suficiente para percatarme de que se ha producido un cambio a lo largo de veinte años y el cambio tiene carácter positivo y da lugar a un indicio claro del proceso que abrirá las puertas a un nuevo paradigma. De acuerdo con la opinión de mi maestro este proceso se iniciará en el comienzo del tercer decenio del siglo.

Me percato de que los jóvenes, de ambos sexos, que tienen escrita en el Cielo la posibilidad de convertirse en guerreros forman parte del amplio abanico de las clases medias laboriosas y las clases trabajadoras cualificadas. Tengo la impresión de que en los extremos de la sociedad, tanto por la parte de arriba como por la parte de abajo, este fenómeno no se manifiesta o sólo lo hace es casos aislados.

Mi maestro tiene un respeto muy grande por Jesucristo por el hecho de que exhortó a sus discípulos a amar a los enemigos que les habían causado daño. La escuela sagrada de China poseía el viejo proverbio que dice: “Ámame cuando menos lo merezco porque es cuando más lo necesito”. Esta máxima enseña a perdonar al amigo que nos ha defraudado y al marido o la esposa infiel, pero no alcanza a perdonar al enemigo que actúa con la máxima mala fe y resulta que esta acción es justo la que permite construir el grado de humildad que resulta imprescindible para alcanzar el conocimiento maduro de la fe, la cordura y la conciencia.

Jesucristo es el más claro de los maestros para un hombre o una mujer que quieren convertirse en guerreros. Puedo asegurar que el hecho de que el candidato esté bautizado o no lo esté resulta irrelevante al maestro lo cual demuestra su dimensión universal.

El proceso de iniciación que siguen las escuelas sagradas es muy duro porque obliga a ser impecable en los temas de la familia, la amistad, el trabajo, el servicio al prójimo, el dinero y el sexo. Ello obliga a desarrollar un grado elevado de control de la mente y fuerza de voluntad. Por supuesto que es preciso pasar muchos años de avances y retrocesos, en relación a todos estos temas, hasta que no se alcanza la condición de guerrero maduro.

Hay personas que abandonan el camino porque les resulta demasiado duro. Estas personas renuncian a convertirse en guerreros lo cual significa que también renuncian a disfrutar de la experiencia auténtica de la fe, la cordura y la conciencia.

Los desertores de las escuelas sagradas saben algunas cosas que desconocen la mayoría de sus semejantes. Estas personas no han tenido coraje para proseguir su camino, pero tienen la posibilidad de convertirse en maestros entre comillas.

El desbarajuste inmenso que reina en el mundo de la espiritualidad es obra de los maestros entre comillas que son legión, Mientras tanto sucede que el conocimiento acumulado por las escuelas sagradas, a lo largo de los siglos, sólo puede ser divulgado de forma discreta.

El hecho de contemplar una ceremonia de la confusión que no tiene límites ni decoro mientras todavía no existen las condiciones que permitirán divulgar, de forma pública, el conocimiento acumulado por las escuelas sagradas desata el sentimiento de la angustia momentánea.

La manera de combatir este sentimiento es recurriendo al mensaje de Jesucristo que exhortar a aguantar firmes hasta el final sin saber cuando será el final ni como será el final, pero manteniendo vivo el sentimiento de la esperanza de que, un día u otro, el Reino de Dios deberá extenderse por toda la Tierra tal como pide la única oración que Jesucristo enseñó a sus discípulos.

Los guerreros del lado de la luz asumen una vida dura, pero reciben a cambio un premio que la mayoría de semejantes no pueden ni siquiera imaginar. El premio consiste en que son capaces de gozar de las cosas buenas de la vida y la relación íntima de pareja a un nivel muy superior al que pueden imaginar las personas que tienen la mente dormida. Estos hombres y mujeres también tienen la posibilidad de educar muy bien a sus hijos que algún día tendrán la posibilidad de seguir el ejemplo de sus padres y elegir el camino del guerrero.

Add Comment