El límite en las cosas que pueden ser divulgadas
Las escuelas sagradas han tenido siempre la norma de mantener en secreto el conocimiento que han acumulado a lo largo de los siglos. Esta norma se ha referido sobre todo a los rituales de iniciación y supongo que ha logrado ser eficiente porque ha estado protegida por un poder superior.
Las escuelas sagradas han mantenido la norma de la discreción absoluta, de una forma estricta, con objeto de que el conocimiento que tanto les había costado adquirir no pudiera caer en las manos de las sociedades secretas que cumplían la función de desarrollar la experiencia del poder con objeto de mantener el dominio sobre los centros del poder financiero y el poder religioso y, por medio de ellos, lograban controlar los restantes centros de poder en los distintos momentos de la historia.
Una de las profecías más enigmáticas de Jesucristo es la que asegura que llegará un día en que serán desveladas todas las cosas que han permanecido ocultas a lo largo de los siglos y los milenios. Hay que suponer que la profecía se refiere tanto al conocimiento que ha sido acumulado por el lado de la luz como el que lo ha sido por el lado de la oscuridad.
Las escuelas sagradas saben que está cerca de llegar el momento de la historia en que deberá darse cumplimiento a la profecía de Jesucristo. Mi maestro me dijo que las escuelas sagradas procederán a hacer público, el conocimiento que han mantenido oculto, en el momento que serán desvelados todos los secretos de la religión del lado de la oscuridad que constituyen el sustento del sistema de poder que mantiene el dominio sobre la humanidad desde tiempos inmemoriales.
Lo más interesante acerca de este tema aparece cuando se descubre que, por medio de la transmutación de la energía, es posible que el conocimiento, que ha sido adquirido por el lado de la oscuridad, pueda ser transmitido a algunos guerreros del lado de la luz.
Mi maestro no tiene ningún reparo en reconocer la importancia (e incluso la superioridad en términos terrenales) del conocimiento, acumulado por el lado de la oscuridad, en la medida que ha asegurado la existencia de un sistema férreo de poder que es el primer fenómeno global de la humanidad y se mantiene activo desde hace bastantes siglos.
En el momento que nos percatamos de que el pensamiento académico, sumergido en la soberbia intelectual crónica, no tiene ninguna posibilidad de reconocer la existencia de este fenómeno de carácter global, consolidado a lo largo de varios siglos, es inevitable sentir escalofríos.
Tengo el convencimiento de que ahora mismo somos muy pocas las personas que hemos pasado por la experiencia de ser víctimas de los ritos terribles de la religión del lado de la oscuridad y no nos hemos autodestruido. Por esta razón hemos tenido la posibilidad de acceder a elementos valiosos de la información que nuestros enemigos mantienen en sus mentes y sólo comparten con los otros iniciados de la sociedad secreta.
La experiencia a la que me refiero debe ser, por fuerza, muy minoritaria. Ahora mismo ninguna persona cabal tiene porque creer que se trate de un hecho verdadero. Supongo que con el paso del tiempo se crearán las condiciones para que este tema y quizás otros, que son igual de penetrantes, puedan ser estudiados por medio de tesis doctorales serias y se incorporen a un tipo de conocimiento académico superior que sólo interesará a mujeres y hombres que estén dotados de una mente despierta.
La información acerca de los ritos religiosos que consiguen canalizar los flujos del dinero en mayúsculas es patrimonio de las sociedades secretas y debo suponer que sólo es conocida por los miembros de las mismas que han completado el proceso de iniciación y todos ellos tienen el deber de mantenerlo en riguroso secreto.
Los encargados de descubrir los secretos de la religión del lado de la oscuridad serán los guerreros del lado de la luz que serán capaces de proseguir la experiencia que poseo yo y poseen algunas otras personas que seguramente son muy pocas.
Estas personas se mantienen cuerdas, hasta cierto punto, ya que albergan en la mente una información que es sumamente penetrante. Además siguen siendo objeto de agresiones tremendas que provienen de los ritos propios de la religión del lado de la oscuridad que tienen una fuerza destructiva enorme.
El hecho de que la Ley Cósmica de la Armonía prevalezca sobre la Ley Cósmica de la Correspondencia tiene como consecuencia que un guerrero, del lado de la luz, pueda ser víctima de la autodestrucción en forma del suicidio, la depresión, la demencia o la psicosis, pero no pueda ser víctima de una dolencia maligna que tiene su origen en un rito religiosos celebrado por sus enemigos y, si estos lo intentan, sucede que su víctima se cura de su dolencia por medio de un milagro que contradice la experiencia de la ciencia médica. Este tema límite podría ser estudiado por tesis doctorales serias en la medida que seguramente existen testigos de ella que viven en todos los continentes.
Ahora mismo existe un límite en las cosas que pueden ser puestas por escrito. El conocimiento acumulado por las escuelas sagradas debe ser mantenido en secreto, pero hay algunas cosas importantes que pueden ser divulgadas y los enemigos de la humanidad no tienen ninguna posibilidad de impedirlo.
Los guerreros del lado de la luz que han superado dolencias malignas, por medio de un milagro que contradice la experiencia de la ciencia médica, tienen derecho a divulgar su experiencia que además dispone de decenas de testigos que quizás no tienen consciencia de la importancia de su testimonio.
Los guerreros del lado de la luz que no se han autodestruido, a pesar de que sus enemigos han jugado muy fuerte la carta de los ritos religiosos terribles que perseguían este fin, han logrado capturar información valiosa que procede de las mentes de sus enemigos que son guerreros del lado de la oscuridad que permanecen agrupados en sociedades secretas que conforman los tentáculos del pulpo que tiene la cabeza en el “Club de los Dueños del Mundo” y seguramente disponen de medios financieros ilimitados a la hora de celebrar los ritos.
Estos guerreros heroicos son dueños de esta información y también tienen el derecho e incluso el deber de divulgarla a sabiendas de que la psiquiatría clínica vigente juzgará de delirio su testimonio acerca de un hecho que forma parte del primer fenómeno global de la humanidad.
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