El laicismo y el lado oscuro de la religión
La Iglesia Católica goza de un lado oscuro muy potente. Este fenómeno se explica por el hecho de que esta organización religiosa también goza de un lado luminoso igual de potente. Estas cosas son así por causa de la Ley Cósmica de la Correspondencia que aparece anunciada, de forma sutil, en la Biblia mientras fue revelada, de forma madura, a la escuela sagrada de China.
Las personas que desconocen la Ley Cósmica de la Correspondencia pueden sentir una gran curiosidad por el lado oscuro de la Iglesia Católica sin atinar en el lado luminoso de la misma iglesia lo cual constituye un error muy grave.
Hay personas que sienten una atracción morbosa por el lado oscuro de la Iglesia Católica y precisan acceder a nuevos datos que alimenten su rechazo por la religión lo cual es legítimo, pero puede tener carácter irracional. Las personas de este tipo, por lo general, se adhieren a la moda que se denomina laicismo.
El laicismo es un cuerno del Diablo que se retroalimenta con otro cuerno del Diablo que es el lado oscuro de la religión. Por esta razón el laicismo, así como el anticlericalismo, también tienen naturaleza oscura.
Las ideologías que tienen naturaleza oscura se sustentan en una parte de la verdad mientras esconden, de manera sistemática, la verdad entera. En el caso que me ocupa la verdad entera muestra que las víctimas más notables del lado oscuro de la Iglesia Católica fueron nada menos que los discípulos de Jesucristo que se habían tomado más en serio su magisterio.
Es necesario poner ejemplos muy claros de cristianos que fueron víctimas del lado oscuro de la Iglesia Católica: Galileo Galilei campeón del método científico de conocimiento. José de Calasanz primer impulsor de la escuela pública y gratuita y los conceptos educativos que darían lugar a la pedagogía moderna. Por último, los caballeros templarios que, en el Siglo XIII, desarrollaron nada menos que el servicio de la financiación del comercio que constituye el origen de la banca comercial.
Los pensadores de la Ilustración, por lo general, comprendieron que la Iglesia Católica y las iglesias reformadas poseían un lado luminoso y un lado oscuro. En consecuencia mostraron un gran respeto por el lado luminoso de la religión y tomaron consciencia de que debían preservar la sociedad de su lado oscuro. Como resultado de esta reflexión nació el concepto de la separación de la Iglesia y el Estado que forzosamente debería tener carácter laico.
El concepto del estado laico da lugar a una cultura sana a la que puede darse el nombre de laicidad. Esta cultura sana une a las personas que tienen creencias religiosas y a las que no las tienen y las ayuda a respetarse entre ellas y a construir puentes de diálogo que las enriquecen a todas.
La cultura de la laicidad, en los países del Occidente del mundo, tiene una raíz cristiana inevitable en la medida que el magisterio y el sacrificio de Jesucristo constituyen seguramente los acontecimientos más importantes de la historia de la civilización.
La cultura de la laicidad forma parte del lado de la luz de la Civilización Occidental mientras que la ideología laicista forma parte de su lado oscuro hasta el punto de promover iniciativas que van contra el sentido común y el derecho natural.
La cultura de la laicidad contempla la hipótesis de la existencia de Dios, al tiempo que acoge tanto el derecho a proclamar la creencia religiosa como el derecho a considerarse agnóstico, sin que ninguno de estos dos derechos pueda prevalecer sobre el otro.
La ideología del laicismo acostumbra a incluir ideas atrevidas tales como la autogeneración de la materia, la generación espontánea de la vida y la negación taxativa de la existencia del Creador del Universo lo cual da lugar al ateismo militante. Estas ideas apresuradas generan confusión, ignorancia extrema, desprecio por el método científico de conocimiento, sectarismo cultural y extremismo político al igual como sucede con todas las cosas que forman parte del lado de la oscuridad de la energía.
Add Comment