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Descubrir mas cosas acerca de la esencia del poder

Descubrir mas cosas acerca de la esencia del poder

Jesucristo explicó que nadie puede servir a dos señores que son Dios y el dinero. Por medio de esta enseñanza el maestro puso el dinero en el mismo nivel que Dios.

Son muy pocas las personas que han descubierto la verdad acerca del dios del dinero que es un simple arquetipo, pero es el auténtico dios del mundo por el hecho de que dispone de un poder inmenso que tiene carácter sobrenatural. Esto es así porque existen ritos religiosos, del lado de la oscuridad, que, por medio de la invocación al dios del dinero, permiten acceder a la fuente del poder, que no forma parte del mundo terrenal, pero tiene un dominio férreo sobre éste desde hace siglos y milenios.

Si hace cinco años hubiera leído lo que acabo de escribir habría pensado que el autor del texto era un loco. En cambio ahora sé que las cosas son así e incluso sé que no pueden ser de ninguna otra manera.

Jesucristo reveló la identidad del dios del dinero, que tiene género femenino y se apellida Mamona. La página del evangelio en que se revela este detalle es muy poco conocida porque permanece ocluida tras una cortina de silencio.

Debo hacer la hipótesis de que el proceso de iniciación que siguen los semejantes, que acceden a las sociedades secretas, pase por una etapa presidida por los ritos de adoración a la diosa Mamona con objeto de desembocar en la etapa definitiva en que se descubre que la diosa, que trae el dinero a sus fieles, no es más que un arquetipo de Lucifer que es el auténtico dios del mundo.

He conocido a tres profesionales de primer nivel que, en un momento de su carrera, alguien les explicó un tema que es conocido con el nombre del secreto mejor guardado de la historia de la humanidad. Las confidencias tuvieron lugar en tres continentes y, en los tres casos, sucedió en el seno de una conversación con un señor que trataba de ganarlos para uno de los muchos tentáculos del pulpo que tiene la cabeza en el Club de los Dueños del Mundo.

El secreto mejor guardado de la historia de la humanidad consiste en un rito religioso, del lado de la oscuridad, en el que el iniciado sacrifica, por medio de un determinado ritual que sin duda es monstruoso, a un niño o una niña, recién nacidos, que ha engendrado fuera de su matrimonio y luego ha comprado el silencio de la madre del niño por medio de una pensión vitalicia.

El secreto mejor guardado de la historia de la humanidad procede, al parecer, del lado oscuro de la religión de los judíos y se remonta a una época anterior al Patriarca Abraham.

Al parecer el rito del sacrificio del hijo, engendrado fuera del matrimonio, permite al iniciado alcanzar la condición de postulante de Lucifer. El postulante deberá seguir el proceso de iniciación hasta que consiga celebrar el rito definitivo que le permitirá entregar el alma a su maestro a cambio de que éste le permita acceder al poder e incluso a la impunidad en la Tierra.

Las cosas que he observado, a lo largo de mi vida profesional, me han permitido llegar a la conclusión de que los hombres que han conseguido suscribir un pacto con Lucifer son muy pocos, están dotados de poder inmenso y nula visibilidad. Mientras tanto los postulantes pueden ser unos cuantos millones sin que ninguno de ellos tenga la garantía de que logrará suscribir el anhelado pacto con su maestro que le dará derecho a poseer una determinada cuota de poder en la Tierra. Así pues los postulantes alcanzan la migaja justa de poder que permite acceder a un elevado nivel de vida, pero están obligados a permanecer, toda la vida, agarrados, por los testículos, por el señor que tiene el control sobre la sociedad secreta correspondiente.

Podemos hacer la hipótesis de que los postulantes de Lucifer, el día que abandonan el mundo terrenal impregnados sin remedio de la energía invertida a la que deben todo lo que han sido, no tengan más remedio que acceder al Infierno sin tener un pacto de poder con su soberano y se entreguen al llanto y el crujir de dientes tal como plasma una de las revelaciones más estremecedoras que salieron de los labios de Jesucristo y sobre la que los adoctrinadores, de mente dormida, no tienen más remedio que pasar de puntillas.

Los ritos religiosos que se sustentan en sacrificios de hijos explican la prueba tremenda por la que tuvo que pasar el patriarca Abraham cuando creyó que Dios le había ordenado sacrificar a su hijo en su honor. Una vez el hombre hubo decidido acatar la voluntad del Todopoderoso, apareció un ángel que deshizo el malentendido y ordenó al patriarca sacrificar un cordero que apareció aprisionado en una zarza.

El rito del sacrificio del cordero se mantendría como signo de identidad en la Religión Judía. Este rito no pasaría a la Religión Cristiana, aprisionada sin remedio por una filosofía de la mente dormida, pero pasaría a la Religión del Islam. Recuerdo que la única vez que he acompañado a un grupo familiar de musulmanes, en este acto propio de su tradición, escuché, con gran respeto, las palabras del líder de la familia que exaltaron la experiencia de la fe de acuerdo con el ejemplo del patriarca Abraham que no deja indiferente a nadie.

Es posible hacer la hipótesis de que la religión magnífica que obliga, a los miembros del género masculino, a postrarse ante Dios hasta el punto de poner la cabeza en el suelo, apareciera, en el Plan Divino, con objeto de extender por el mundo el rito del sacrificio del cordero que evoca el valor de la fe incondicional en el poder de Dios. Es posible que este rito resulte imprescindible para mantener el equilibrio entre los dos lados de la energía en el momento que los postulantes del Diablo, que han celebrado el rito del sacrificio de un hijo recién nacido, se cuentan por millones.

Me siento a gusto haciendo un homenaje a la Religión del Islam, sin dejar de ser cristiano, porque tengo el convencimiento de que Jesucristo es el líder de ambas religiones aunque ahora mismo sean poquísimo los musulmanes que lo comprenden.  

Los hombres y las mujeres que han pasado por la prueba tremenda de verse obligados a elegir entre el dios del dinero y el verdadero Dios y han hecho la elección correcta, no han tenido más remedio que vivir la experiencia tremenda de ser objeto de agresiones de extrema potencia, en el plano de la energía invertida, que tenían el objeto de conseguir su autodestrucción con objeto de que no cundiera un ejemplo que demuestra que el poder de Lucifer en la tierra no tiene carácter absoluto lo cual indica que puede derrumbarse algún día.

Conozco sólo a dos personas con las que comparto la experiencia de haber pasado por la prueba tremenda de no tener más remedio que elegir entre el dios del dinero y el verdadero Dios, haber hecho la elección correcta y haber sufrido las consecuencias de una decisión que ahora mismo no hay más remedio que calificar de insensata. Espero que, en el futuro, me tope con alguien más que participe de esta experiencia, extremadamente singular, que algún día debería ser estudiada por medio de tesis doctorales serias.

Los seres humanos que no han podido ser comprados por el dinero en mayúsculas son los únicos que tienen derecho a ser considerados siervos de Dios. El resto de semejantes no tienen ninguna manera de saber lo que habrían hecho ellos en una situación idéntica.

Debo suponer que, a lo largo de la historia del humanidad, ha habido unos cuantos hombres e incluso mujeres que tuvieron la oportunidad de elegir entre el dios del dinero y el verdadero Dios e hicieron la elección correcta, pero luego no fueron capaces de soportar las agresiones que procedieron de los ritos, del lado de la oscuridad, que celebraron sus enemigos y éstos consiguieron su autodestrucción que pudo tener la forma del suicidio, la depresión o la psicosis.

Es posible hacer la hipótesis de que el patriarca Job, fuera víctima de las agresiones de sus enemigos en el plano de la energía y éstas fueran la causa de la muerte de sus seres queridos, la ruina de su cuantioso patrimonio material y la dolencia apestosa que lo condenó a la mendicidad.

Es posible proseguir la hipótesis, acerca del patriarca Job, tratando de comprender que el hombre consiguió mantenerse intacto por medio de desarrollar, a un nivel muy elevado, tanto la experiencia de la fe como la experiencia de la cordura y, el resultado de esta proeza, sean las perlas de conocimiento que quedaron escondidas en medio de la paja del libro que lleva su nombre y cuyo sentido me descubriría un maestro de la escuela sagrada de China.

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