Descubrir lo mas importante de todo acerca de la esencia del poder
Es imposible comprender la esencia del poder si no se hace el descubrimiento de que el origen del mismo está fuera del mundo terrenal.
Maquiavelo está considerado el autor del texto más notable acerca del poder y acerca de los métodos que permiten conquistar el poder y mantener el poder. Con el máximo respeto hay que decir que el pensador italiano tenía la mente demasiado dormida para ocuparse de un tema que sólo resulta comprensible a los seres humanos que tienen la mente muy despierta.
El presidente Wilson dejó escrito que, a lo largo de sus dos mandatos, había tenido la oportunidad de conversar con los hombres que eran los líderes de las corporaciones de la industria, el comercio y las finanzas y había sucedido que sus interlocutores, en algún momento de la conversación, con el mismísimo presidente de los Estados Unidos, habían precisado hacer alusión a un poder misterioso que estaba por encima de ambos y lo habían hecho en voz baja.
Es obvio que Wilson se acercó más que Maquiavelo a la comprensión del elemento determinante del poder del que sólo se habla en voz baja.
No resulta fácil percatarse de que todas las cosas que suceden en el mundo terrenal son un reflejo de cosas que suceden, en otro plano de la existencia, donde tiene lugar una confrontación permanente entre una fuerza consciente del lado de la luz y una fuerza consciente del lado de la oscuridad.
Las personas que han vivido la experiencia del renacimiento del espíritu que Jesucristo explicó, en medio de su encuentro con Nicodemo, tienen la posibilidad de contemplar la confrontación permanente que tiene lugar en otro plano de la existencia y condiciona todo lo que sucede en el mundo terrenal. Es legítimo dar el nombre de mundo real a este plano de la existencia que prima sobre las cosas que suceden en la Tierra.
Las pocas personas que conozco que han pasado por esta experiencia que, a lo largo de varios años, es durísima y, por fin, resulta ser liberadora, han llegado a la conclusión de que el lado luminoso del mundo real es el Reino de Dios, anunciado por Jesucristo, mientras que el lado oscuro del mismo es el Reino de Lucifer al que es lícito dar el nombre de Infierno.
Jesucristo se refirió al Reino de Dios en múltiples momentos de su magisterio. Más tarde sucedería que los Padres de la Iglesia lo calificarían de misterio. Es cierto que el Reino de Dios es un misterio mientras el discípulo permanece sumido en el estado del sueño psíquico, pero cuando no tiene más remedio que llevar a cabo el proceso del renacimiento del espíritu, de acuerdo con el mandato del maestro, sucede que aparece, frente a sus ojos, el mundo real que se esconde tras el mundo aparente.
El mundo real tiene una potencia muy superior al mundo aparente que tenemos a la vista y es muy evidente que tiene dos lados. La única explicación posible a esta evidencia, desde el prisma de la revelación cristiana, pasa por contemplar el lado luminoso del mundo real como el Reino de Dios y su lado oscuro como el Reino del Diablo.
Una vez se ha comprendido el concepto del mundo real que se esconde tras el mundo aparente y se tiene claro que tiene dos lados, es preciso explicar que tanto el concepto del poder como el concepto del dinero en mayúscula proceden del lado oscuro del mundo real. Incluso el poder religioso procede del lado oscuro del mundo real. Este descubrimiento da lugar a la más brutal de las paradojas que sólo resulta soportable a un hombre o una mujer que han construido la psicología del guerrero.
La confrontación, de carácter cósmico, que preside el mundo real tiene carácter estremecedor incluso para la minoría de los mortales que han conseguido construir la psicología del guerrero y tienen la posibilidad de contemplar una realidad inconcebible sin volverse locos.
La escuela sagrada de China contempla los dos lados del mundo real y les da los nombres de centro consciente del lado del Yang (lado de la luz) y centro consciente del lado del Yin (lado de la oscuridad). Estos conceptos fueron anunciados hace muchos siglos y tienen carácter experiencial al igual que todo el conocimiento que es propio de esta escuela sagrada que desconocen, por completo, la gran calamidad del pensamiento teórico que, en cambio, constituye un signo de identidad de la cultura de Occidente.
Confieso que yo no he sido capaz de comprender el concepto cristiano del Reino de Dios hasta que no he hecho míos los conceptos experienciales de los centros conscientes del lado de la luz y el lado de la oscuridad y me he percatado, por mi mismo, que es verdad que permanecen enzarzados en una confrontación que puede tener carácter cósmico y mantenerse activa desde tiempos inmemoriales.
Mi maestro tiene el convencimiento de que la confrontación, de carácter cósmico, que mantienen los centros concientes del lado de la luz y el lado de la oscuridad, está entablada en el plano de la fe, la cordura y la conciencia. Supongo que lo que piensa mi maestro es verdad o está muy cerca de la verdad.
El patriarca Job es un referente muy claro de los valores de la fe, la cordura y la conciencia cuando han sido construidos por el lado de la luz. Ahora debo tratar de adivinar como son estos valores cuando han sido construidos por el lado de la oscuridad.
Supongo que el proceso de iniciación que sigue un guerrero del lado de la oscuridad se sustenta en forjar un grado de fe lo más elevado posible en el poder de Lucifer. Creo adivinar que el grado de fe que puede alcanzar un adepto del Diablo está muy por debajo del que puede alcanzar un siervo de Dios por la razón de que el primero recibe de su maestro premios de tipo material desde el comienzo de su proceso de iniciación. En cambio, en el lado de la luz, los premios pueden ser mucho mayores, pero se hacen esperar muchos años y debe pagarse un precio elevado a cambio de ellos.
El concepto de la cordura es muy claro en el lado de la luz, pero no lo es en el lado de la oscuridad hasta el punto de que supongo que lo que existe, en este lado de la energía, es un simulacro de cordura que sólo puede funcionar en el marco del ejercicio del poder.
De acuerdo con las cosas que he sido capaz de observar, por mi mismo, tengo el convencimiento de que el proceso de iniciación que siguen las sociedades secretas permite desarrollar la psicología típica del paranoico dominador que se articula en torno de la ausencia de empatía y la práctica del cinismo, la manipulación del entorno e incluso la perversidad.
Por este procedimiento algunos individuos consiguen alcanzar la personalidad propia del tiburón acorazado al que sólo podrá vencer un infarto fulminante. Pero resulta que este tipo de individuos podrán alcanzar la condición de dueños del mundo pero no son seres cuerdos.
Tengo claro que tanto en el tema de la fe como en el tema de la cordura un guerrero del lado de la luz es un ser humano muy superior a un guerrero del lado de la oscuridad. En cambio en el tema de la conciencia las cosas pueden ser de otra manera por el hecho de que ésta no sea fruto de las experiencias de la fe y la cordura sino de la información privilegiada que puede favorecer a un iniciado del lado de la oscuridad y tiene su origen en un maestro que se manifiesta en el plano espiritual de la existencia y transmite esta información a sus adeptos de la Tierra por medio de un médium, un vidente o un oráculo.
Es probable que en el grado más elevado del proceso de iniciación, que llevan a cabo los guerreros del lado de la oscuridad, el maestro sea el propio Lucifer y esto suceda con independencia de la religión en la que fue educado el adepto.
El concepto de la conciencia no tiene porque ser distinto en el lado de la luz y el lado de la oscuridad en la medida que el mundo real, que se esconde tras el mundo aparente, es uno solo y las percepciones, acerca del mismo, son correctas o no lo son y lo mismo debe suceder en los dos lados de la energía.
Es posible que en el ámbito de la conciencia, acerca del mundo real, los guerreros del lado de la oscuridad vayan por delante de los guerreros del lado de la luz. Tengo esta sospecha desde que, en una ocasión, me sorprendió descubrir que un guerrero del lado de la oscuridad, que manejaba un patrimonio financiero muy cuantiosos y tenía nacionalidad china y matriz budista, no tuviera ninguna duda acerca del poder de la energía mental de Jesucristo.
Debo recrear la más inesperada de las paradojas. Resulta que mientras hay muchos cristianos que tienen serias dudas de que Jesucristo sea un ser dotado de divinidad, un hombre de matriz budista que ha llevado a cabo un proceso de iniciación, en una sociedad secreta, sabe muy bien que el fundador de la Religión Cristiana está muy cerca de Dios y también sabe que, en un plano ajeno al mundo terrenal, el poder de Dios está por encima del poder de Lucifer que es otra cosa que me confesó el guerrero del lado de la oscuridad.
Poseo información suficiente acerca del mundo real para saber que los guerreros del lado de la oscuridad tienen una teología práctica que les funciona muy bien. Estos hombres, agrupados en sociedades secretas, no tienen ninguna duda de que Dios es el dueño del Universo, pero tienen el convencimiento de que su maestro, Lucifer, le ha arrebatado el poder en la Tierra y en otros planetas que tienen carácter igualmente estratégico. Por este procedimiento explican el fenómeno de los OVNIS a los que contemplan como aliados.
Estos hombres conocen el poder de la energía mental de Jesucristo por alguna razón que debo tratar de adivinar. Me consta que están convencidos de que esta energía, que tendría la posibilidad de liberar a la humanidad del dominio de su maestro, no puede manifestarse por el hecho de que las sociedades secretas controlan el Estado y la Curia del Vaticano y otros centros de poder que afectan a las iglesias más importantes y, de esta manera, mantienen aprisionado, en sus manos, el legado del fundador de la Religión Cristiana.
Debo hacer la hipótesis de que el guerrero del lado de la oscuridad, de matriz budista, haya accedido a comprender que la energía mental de Jesucristo es un tema muy serio porque ha podido comprobar que esta energía, una vez ha sido invertida por medio del rito de la Misa Negra, tiene un poder inmenso a la hora de canalizar los flujos del dinero quizás hasta el extremo de dar vida a un oligopolio.
Es sabido que hay un número relevante de fieles católicos, ortodoxos y de la Comunión Anglicana que no están seguros de que el sacramento de la Eucaristía tenga el poder de transformar un pedazo de pan en el cuerpo de Jesucristo. Mientras tanto los protestantes contemplan este evento como una forma de rememorar las cosas que sucedieron en la Ultima Cena, pero piensan que el concepto sagrado que la teología cristiana clásica denominaba transubstanciación y a mí todavía me fue enseñado en la catequesis de la infancia, constituye un anacronismo propio de la época pre-científica.
Tengo el convencimiento de que los guerreros del lado de la oscuridad, que han accedido al secreto del rito terrible de la Misa Negra, no tienen ninguna duda acerca de un tema que quizás es el más importante del legado de Jesucristo y el que podría constituir la clave del cambio de paradigma que espera a la humanidad en el Siglo XXI de acuerdo con la previsión de mi maestro.
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