Bernard Mong Tse: el inicio de una nueva andadura
Esta publicación es la primera de la página que tiene el nombre de “Bernard Mong Tse”. Esto sucede en el momento que se ha cumplido un año de la aparición de la página que tiene el título de “El Laberinto de la Verdad”.
A lo largo de un año la página de “El Laberinto de la Verdad” ha dado a luz unas trescientas publicaciones ya que éstas han ocupado todos los días de la semana a excepción de los domingos. En este momento la cifra de personas que han accedido a la página, en algún momento, supera la cifra de 230.000 y las que han decidido ser seguidores fieles de la misma están muy cerca de alcanzar la cifra de 70.000.
Hay una movilidad considerable entre los seguidores ya que una proporción relevante de ellos se dan de baja aunque son reemplazados por otros. Este hecho puede ser explicado porque algunas publicaciones divulgan una información que es muy penetrante y hay una parte significativa de nuestros semejantes que prefieren desconocerla.
El país con mayor número de seguidores es México donde estos son más de 18.000. A continuación vienen Argentina, Venezuela, España, Colombia, Perú y Estados Unidos. Lo más interesante de todo es que la lista alcanza a más de cincuenta países de todos los continentes.
El mismo fenómeno sucede, en un plano más modesto, en la página en inglés que lleva un retraso de tres meses en relación a la página en lengua castellana de la que es una mera traducción. En este caso los países con mayor número de seguidores son Nigeria, Nepal, Bangladesh, Indonesia, Ghana y Etiopía. Si se agregan los países que aparecen en esta página con los que aparece en la página en castellano son más de cien.
El sitio web de Ediciones Mong Tse todavía no ha sido inaugurado de manera formal ya que no está terminado. Desde la mitad del mes de junio se han recopilado, en un foro, las publicaciones que han aparecido en las páginas de “El Laberinto de la Verdad” y “El Código Sagrado”. La recopilación de las publicaciones permite acceder a ellas por varios procedimientos que el visitante puede elegir en función de cual sea el tema de su interés.
A fecha de hoy las personas que han visitado el sitio web son poco más de seis mil. En este caso la estadística está encabezada por España, seguida de Argentina, México, Estados Unidos y la India. Lo más interesante es que los visitantes pertenecen a ciento treinta y seis países que son casi todos los del mundo. En este caso la estadística es segura porque la controlamos nosotros mismos por medio de un sistema que ha sido construida por un profesional de nuestro equipo.
El hecho de que las cosas que divulga un sitio web, que tiene poco más de tres meses de vida, interesen a personas que viven en casi todos los países del mundo llama mucho la atención. Lo mismo sucede con los ataques maliciosos que ha sufrido este sitio, recién nacido, que han sumado más de mil y también han procedido de muchos países.
Estos detalles hacen pensar que el contenido del sitio web de Ediciones Mong Tse resulta sugerente tanto a personas que están en el campo de la luz – y han transmitido las coordenadas del mismo a alguien de su mismo tipo que vive en otro país -, como a otras personas que están en el campo de la oscuridad y han prometido una cifra relevante de dinero a los hackers, más habilidosos y maliciosos, para que consigan hacer desaparecer del mapa el sitio web que todavía no ha sido inaugurado de forma oficial.
En los primeros meses de vida de la página de “El Laberinto de la Verdad” sucedía que casi todos los días la página desaparecía del mapa y la persona de nuestro equipo que se encarga de este tema la colocaba en su lugar otra vez. Este pulso se mantuvo hasta la primavera. Hay que suponer que en torno de esta página ha habido una batalla en un plano muy elevado de la existencia que, por fin, ha sido resuelta a favor del lado de la luz.
Hay razones para pensar que existe una voluntad superior que ha querido hacer llegar las páginas de “El Laberinto de la Verdad” a hombres y mujeres que tienen la mente despierta y residen en casi todos los países de la Tierra. Estas personas son relativamente pocas y es seguro que sus experiencias son muy distintas, pero suponemos que todas ellas sienten el deseo de conocer la verdad que se esconde detrás del entramado ilimitado de mentiras que aprisiona a la humanidad.
Debemos suponer que la inmensa mayoría de las personas, de las que estamos hablando, leen las publicaciones en inglés y castellano, pero también las hay que las leen en sus lenguas maternas por medio del traductor que lleva incorporado la red social.
El estudio de los perfiles de los seguidores de la India, Pakistán y Bangladesh permite descubrir que leen la publicación en inglés. En cambio en otros países en los que también hay un número importante de seguidores como son Brasil, Rusia, Indonesia, Malasia, Argelia, Turquía, Etiopia, Nepal, Madagascar etc. estos leen los textos en sus lenguas maternas.
El sitio web de “Ediciones Mong Tse” tiene muy pocos visitantes de China, incluso menos que de Hong Kong y Taiwán. Sabemos muy bien que China es un caso aparte y sólo será posible entrar en este gran país el día que dispongamos de una página escrita en la lengua de los chinos y las publicaciones, traducidas a esta lengua o incluso en inglés, sean divulgadas por alguna red social propia de un país que es distinto de cualquier otro.
Cuando esto suceda esperamos tener muchos seguidores que serán herederos de la civilización que es más madura que las demás por el hecho de que ha cultivado, de forma irreversible, los valores del realismo y el pragmatismo lo cual supone que hay un porcentaje relevante de la población que está formado por hombres y mujeres que no precisan creer en la existencia de Dios, pero comprenden el sentido de las Leyes Cósmicas de la Correspondencia y la Armonía que determinan el devenir de todo lo que sucede sobre la Tierra.
La página que lleva el título “Bernard Mong Tse” se dedicará a publicar textos de este autor o explicar cosas que tengan que ver con su experiencia de la vida.
Debemos explicar que la segunda vez que Bernard Mong Tse conversó con su maestro, éste le dijo que tenía escrito en el Cielo la misión de escribir una serie de libros que deberían ser nada menos que un instrumento para el cambio de paradigma. Esto sucedió en el inicio del último año del Siglo XX en la ciudad de Pekín una tarde muy fría en que la atmósfera de la ciudad estaba muy contaminada lo cual es un detalle que el nuevo discípulo del maestro no olvidaría jamás.
El discípulo se encogió de hombros ante aquella propuesta inesperada. Explicó a su maestro que no tenía la vocación de ser escritor y añadió que su única experiencia literaria era la redacción de memorias de proyectos industriales.
El maestro respondió que la redacción de memorias de proyectos industriales es la mejor de todas las experiencias literarias porque obliga, al autor, a referirse siempre a temas concretos por medio de un lenguaje muy claro que no puede permitirse la licencia de la ambigüedad ni el malentendido ni precisa del abuso de los adjetivos y los adverbios.
Bernard Mong Tse explicó a su maestro que además de la redacción de memorias de proyectos industriales disponía de una segunda experiencia que tenía carácter privado e incluso íntimo. Le explicó que tenía la costumbre de dejar escritas algunas impresiones que le resultaban más sugerentes que otras. Añadió que esto lo hacía con una periodicidad de un par o tres de veces a la semana y se recreaba de manera especial, en ello, durante las largas horas de inactividad que son propias de los vuelos intercontinentales. En estos casos podía suceder que fuera capaz de redactar un texto que merecía ser catalogado de ensayo filosófico.
El maestro se mostró muy interesado por la segunda experiencia literaria de su nuevo discípulo. Éste le explicó que tenía esta costumbre desde que, en el inicio de los años ochenta del siglo pasado, tuvo la posibilidad de adquirir el primer ordenador personal que permitía escribir textos y guardarlos en un archivo al que podría acceder en cualquier momento.
Los textos que fueron escritos por Bernard Mong Tse con el objeto de recopilar impresiones, que luego podrían ser rememoradas por él mismo, se extienden a lo largo de treinta y ocho años, y ocupan poco más de cuatro mil quinientas páginas. Sucede que en estos textos, que no son otra cosa más que un diario, hay bastantes reflexiones que son las más interesantes de todas aunque deberán ser pulidas antes de divulgarlas.
Debemos recordar que la obra de Bernard Mong Tse consiste en dieciséis libros que ocupan un total de catorce mil páginas. Hasta este momento se ha editado la separata del libro que se titula “El Laberinto de la Verdad” y el primer libro de la serie de quince que permanecen articulados por un largo relato novelado. Este libro tiene el título de “El Código Sagrado” y también dispone de páginas en varias redes sociales.
La página que se inicia con la publicación que ve la luz en el día de hoy se ocupará de reproducir textos escritos por Bernard Mong Tse y tanto podrán formar parte del largo relato novelado, que ocupa quince libros, como ser extraídos de los diarios que fueron escritos sin el propósito de ser divulgados.
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